La revolución rusa que empezó por culpa del punto y coma
Tropas frente al Palacio de Invierno. Enero de 1905, momento del Domingo Sangriento. Fuente: Bundesarchiv.
El año 1905 fue muy convulso en Rusia. Los rusos estaban hasta las narices del zar y su régimen teocrático, y saltaban a la mínima. En agosto de ese año, para intentar calmar los ánimos después de meses de huelgas e insurrecciones, el zar anuncia la creación de la Duma, un parlamento consultivo. Parlamento consultivo; gracias por nada, Nicolás II.
Por supuesto, el censo electoral favorecía a los ricos sobre los pobres, no fuera que el régimen se descuajeringase. Y aunque la Guerra ruso-japonesa había llegado a su fin con el Tratado de Portsmouth, los rusos no estaban para mucho jolgorio, ya que habían sido humillados por Japón.
En ese contexto, llegó el mes de septiembre. [» Seguir leyendo »]