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El clan de los genoveses

"Cuando todo da lo mismo porqué no hacer alpinismo". La canción de Javier Krahe  me viene a la memoria cuando, entre las variadas, y al mismo tiempo monotemáticas, informaciones de  la noche de Bárcenas en Tele 5 y la Sexta, emerge la contundente figura del tesorero escalando el Everest en tándem con un sobrino de Fraga. Ni siquiera esta gesta deportiva del infatigable trepador queda libre de toda sospecha, la Federación Española de Alpinismo, desmintió en su día que la pareja Bárcenas Fraga hubiera abierto una nueva vía para acceder a la cumbre más alta y una de las más visitadas del mundo, y algunos de los colaboradores de la expedición denunciaron en su día que Luis el Cabrón (perdonen por la familiaridad) y su tronco obligaron a todos los componentes de la cordada a firmar un documento que les obligaba a guardar silencio sobre las incidencias de la escalada y a cederles la exclusiva de los presuntos éxitos alcanzados en la misma.

La anécdota despejó un poco la inevitable opacidad de los dos debates de una noche que pilló descolocados a los defensores habituales del PP, ubicuos y aguerridos periodistas que citan los "eres andaluces" del PSOE y las aventuras financieras del clan Pujol cuando les interrogan sobre temas relacionados con la corrupción de su partido favorito. Su lealtad insobornable al Partido Popular fue puesta a prueba en este día aciago, incluso Jaime González, jefe de opinión de ABC y omnipresente contertulio en casi todos los canales y en todos los horarios, tuvo que hacer equilibrios para condenar a Bárcenas sin tocar la exquisita honorabilidad del partido de sus mentores. Jaime González y Paco Marhuenda, director de la Razón y exsecretario de Estado con Aznar, el primero en la 5 y el segundo en la Sexta, asumieron una noche más sus compromisos y dejaron claro de nuevo su extraordinaria capacidad de trabajo. El hecho de que sus diarias comparecencias ante cámaras de televisión y micrófonos radiofónicos no obstaculicen sus obligaciones laborales en sus respectivos diarios sigue siendo para mi un misterio insondable.

Las cosas pintaban mal para los voceros populares, cuando los restantes contertulios entonaban el Dies Irae ellos musitaban sus letanías exculpatorias y sus salmodias penitenciales y pronunciaban a menudo su jaculatoria favorita: "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra".

El lunes siguiente a este sábado negro, el colega Jaime González, en otra cadena amiga de la TDT, tuvo que bregar con las bochornosas imágenes del día que mostraban la presencia en la sede del PP de Génova de una furgoneta que, según rezaban los rótulos de sus costados se dedica a la destrucción de documentos confidenciales. Hay que ser idiotas bramaba el compañero González más ofendido por el modus operandi que por la operación en sí. El colofón del despropósito lo ponía la propia empresa destructora declarando que también se dedica a la recogida de residuos orgánicos y que suele hacerlo de vez en cuando en la sede del PP. La basura orgánica de los populares de Génova requiere un tratamiento especial, nada de cubos ni de contenedores en los que puedan hurgar los espías enemigos. Rebuscando en la mierda pueden salir a la luz los trapos sucios como se está demostrando estos días. Las deposiciones de los políticos deben seguir siendo materia reservada.

"Dirigentes del PP estudiarán la interposición de la acción que corresponda ante las informaciones difundidas en este programa". Este mensaje amenazante e intimidatorio aparecía en la pantalla del Gran Debate de Tele 5" para estupor del presentador Jordi González . Horas después una portavoz del canal televisivo se mostraba preocupada por "una posible venganza del Gobierno contra la compañía". Nada se dijo en el debate que no hubieran dicho y redicho los diarios sobre el tema pero así de susceptibles están los ánimos en Génova. Entre los temores del clan de los genoveses figura el posible desembarco de la cazatalentos Esperanza Aguirre que, en el territorio amigo de Intereconomía, uno de los canales favorecidos por su reparto de frecuencias, se postuló como regeneradora del partido en horas bajas. Listas abiertas y más liberalización fue su innovadora receta. Si se suprime la burocracia de las licencias de apertura y de otras zarandajas y se deja a los empresarios obrar por su cuenta acabaríamos con la corrupción política, vino a decir la exlideresa privatizada. Permítanme el corolario. Si los políticos desaparecen de las tramitaciones y de las concesiones administrativas no podrán corromperse y sacar tajada en sus comisiones. Se trata pues de privatizar la corrupción y ponerla al alcance de todos los emprendedores, salvaguardando la honorabilidad de la cosa pública o de lo que quede de ella.

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