Tedetesto

Adrenalina

Me comentan que a Intereconomía le quedan dos telediarios y lo lamento porque de vez en cuando (no hay veneno sino dosis) me gusta meterme en vena un suplemento de adrenalina, un chute de información cortada y adulterada, preparada para abastecer  los mercados negros de la ultraderecha malamente camuflada con ropajes ultraliberales y corbatas de nudo gordiano. El reportaje emitido por esta cadena el pasado domingo dentro del programa "Daños Colaterales" sobre el 15-M superó todas mis expectativas de maldad y malversación de datos. Por si quedaba alguna duda de las torticeras intenciones de sus responsables el espacio se subtitulaba: "La contrarrevolución de los ninis". Resulta fácil encontrar a gente que ataque a los "perroflautas" de Sol, las críticas surgen a izquierda y a derecha, desde los partidos y desde las poltronas. Ladran luego alguien debe estar cabalgando por el horizonte.

El aluvión de críticas y críticos demuestra la incidencia del movimiento, un movimiento de masas difícil de controlar y utilizar, de marcar y de conducir a las urnas, con la nariz tapada y  la venda en los ojos, a los insumisos. Muchos representantes de los partidos políticos que comparecieron ante las cámaras se lamentaban por la inconsistencia de los planteamientos de los "quincemayistas" y les descalificaban por no haberse organizado como partido. Cualquier partido hubiera estado dispuesto a apadrinarles en su travesía  parlamentaria, en los primeros momentos, entre la marea de plataformas convocantes, hasta la extrema derecha del PP y aledaños llamaban también a la abstención con la idea clara de que todo lo que les quitara votos a los partidos de la izquierda se daría por bien empleado. De alguna de esas plataformas no se volvió a oír hablar después de las elecciones, cumplida la tarea se retiraron a sus covachuelas. En un acto celebrado en el Ateneo de Madrid, una portavoz de no se sabe qué, informó en aquellos días sobre la ayuda recibida por el "Tea-Party" italiano (¿?) y de los primeros contactos con los propietarios americanos de la franquicia y otro camarada de la misma camada vitoreó a la Guardia Civil dejando estupefactos a la mayoría de los asistentes.

Entre los argumentistas de la "izquierda" se profirieron algunos comentarios que sonaban a "No fue una revolución porque yo no estaba allí y ni siquiera me consultaron", "Esos no saben lo que es hacer la revolución pero nosotros podíamos haberles contado algo sobre esa revolución que haremos cualquier siglo de estos, cuando se den las condiciones objetivas". Los argumentarios de la derecha incidían en los aspectos estéticos (antiestéticos) del 15 M y vituperaban a los "ninis" que después de haber dejado perdida la Puerta del Sol se iban a duchar y a dormir a casa de sus padres. Los verdaderos revolucionarios no tienen padres y muchos de ellos no se duchan.

No lloraré amargas lágrimas si Intereconomía se apaga y recuerdo a sus seguidores que aún les queda la 13, la cadena episcopal en la que después de un biopic sobre Santa Teresita del Niño Jesús emiten ardientes y maledicentes debates en los que un grupo de energúmenos desmelenados se escupen a la cara y a la pantalla sus desafueros.  Inocentes como animales y canallas como cristianos, les llamaría el "Tata Cedrón". Pero quién sabe si ese purgatorio televisivo tendrá también sus días contados. Los nuevos derroteros del Papado de Roma transitan por otros paisajes en los que Rouco Varela no serviría ni como espantapájaros. Hagan penitencia hermanos.

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