Mi televisión y otros animales

¿Televisión para todos los públicos?

Hola, soy el sobrinito pequeño del Anómalo, su humilde bloguero. Hoy me ha dejado hacer el post a mí porque él quería escribir sobre Hermanos y detectives, pero es incapaz de resistir los horarios de la programación infantil. Tiene achaques ya, el pobre.

El domingo por la noche, Telecinco recuperó su serie de misterio para toda la familia. Para todas las que aguanten hasta la una y cuarto de la madrugada despiertas, se entiende. Antes, también estrenaron la nueva temporada de Aída, esa serie sobre ex drogadictos, prostitutas y niños problemáticos. Menos mal que eso lo ponen temprano para que los adultos puedan verlo antes de mandarles a la cama.

Con su cartelito de "serie apta para para mayores de siete años" (el material para todos los públicos lo reservan para la madrugada), pudimos ver un arranque de temporada que podría ser el piloto de una nueva serie. Lo es, en cierto sentido, porque es el primer episodio escrito desde cero, sin la referencia de una versión argentina. Y mantiene el nivel sin problema. Como dicen los críticos viejunos como el tito, y mayores: es muy fresca. Esto no significa nada, pero rellena una línea y parece que sabes un montón.

Los guiones están bien, mantienen un buen equilibrio entre las tramas de misterio, las relaciones entre los personajes y el toque justo de humor. En el momento en que fallen los textos, la serie se vendrá abajo, por muy bien que estén los actores. Que están muy bien, ¿eh?

Para mí aciertan en lo mismo que dice el tito que fallaron Guante blanco y Cazadores de hombres: cada capítulo puede verse de forma independiente con una historia autoconclusiva. También hay tramas horizontales (Serrano en política, el triángulo Daniel-Carmen-María), pero ya irán creciendo a lo largo de la temporada, cuando el espectador no tenga escapatoria. Hasta entonces, al público ocasional no le molestan y a lo mejor le hacen repetir.

Hermanos y detectives

 

¿Ven cómo se quedan los adultos si no duermen sus horas?

Ya que estoy, os hago el dos por uno, que como Anómalo es un irresponsable, también me vi la serie recomendada para mayores de trece años. Con Aída me reí, que es lo que se le tiene que pedir a una comedia.

Este primer episodio podría haber sido uno más de la temporada anterior, con todo lo bueno y todo lo malo. Yo tengo ganas de que metan ya a Miren Ibarguren a ver si revoluciona la serie, porque ya no me sorprende y la veo por inercia. Eso: que te ríes y tal, pero que tampoco te preocupa si una semana no puedes verla.

Les dejo, que tengo que ir a dormir un rato en Educación para la Ciudadanía. Figúrense que ayer ni si quiera llegué a acabar de ver el debate de Gran Hermano...

Jijiji. Era yo todo el rato. Jijiji.

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