Mi televisión y otros animales

¿Y si Jordi Hurtado no hubiera muerto?

Ni hipotecas basura ni problemas en el sector del ladrillo. El verdadero origen de la actual crisis es la desaparición de un puntal de la civilización occidental como es Jordi Hurtado. Mira como a los orientales no les afecta tanto.

Yo no sabía que el siempre elegante presentador había fallecido hasta que leí El Periódico el lunes (recomendado por Vertele, vale).  El segundo Simposio sobre Teorías de la Conspiración celebrado en Valencia puso al descubierto este hecho que todos sospechábamos  puesto que "nadie en su sano juicio presenta un programa como el suyo durante 10 años seguidos". Torreiglesias lleva un par de lustros viendo venir a la parca, pero como lleva una vida tan sana...

Los conspiranoicos manejan argumentos como que "no ha cambiado nada" en todo este tiempo: "no ha perdido un pelo" ni "ganado arrugas". Antes de que se lancen a difundir nuevos y absurdos rumores, no es el mismo caso que Ana Rosa. Ella ha ganado pelo y perdido arrugas, no se equivoquen. Y ella cambia de gafas, no como el señor Hurtado.

Lo más destacable para los investigadores es que el presentador de Saber y ganar nunca comparte plano con nadie. ¿Eso les parece inquietante? ¡Por favor! La prueba definitiva es que siguen gestionando el concurso de participación desde casa ¡a través de teletexto! Si eso no prueba que aquí pasa algo raro, no sé qué puede hacerlo.

 Jordi Hurtado

En ocasiones veo... a Jordi Hurtado

"Es evidente que a este señor", siguen los amigos de la nave del misterio, "a sabiendas de que iba a desaparecer del mapa, le hicieron grabar todas las respuestas y preguntas posibles, con todos los trajes y corbatas posibles, sobre un fondo neutro, y que llevan años cortando y pegando esas intervenciones con las de los concursantes".

Me encanta el potencial desasosegante que tienen las leyendas urbanas vinculadas a la televisión. Recordemos cuantos protagonistas de telecomedias americanas han muerto por sobredosis (ay, Urkel) o experiencias de hipnosis colectiva como la del perro de Ricky Martin. Yo he asistido a discusiones sobre si el catalizador había sido foi-gras, nocilla o mermelada.
Sin embargo, la información de este tipo más perturbadora que ha llegado a mis oídos es que Cristina Tárrega nunca se pone ante una cámara llevando ropa interior. Y esto, amigos, no es un rumor. Me lo confirman fuentes internas.

Con perdón.

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