Mi televisión y otros animales

El increíble señor Sardá

Viernes noche. Salón de la casa de Ana Rosa Quintana. Int / Noche

AR: ¡Oeeeeeeeeoeoeoeeeeeeeeee! Dame el teléfono que voy a llamar a Jaime para que se relajen. Más.

Viernes noche. Salón de un domicilio barcelonés. Int / Noche

Anómalo: ...

Viernes noche. Salón de la casa de algún directivo de Antena 3. Int / Noche

Directivo: ¡Toma, toma!

Viernes noche. Salón de un domicilio barcelonés. Int / Noche

Anómalo: ...

Viernes noche. Salón de la casa de algún directivo de Telecinco. Int / Noche

Directivo (al teléfono): Qué bueno es Sardá, ¿eh? El tío lo ha vuelto a hacer. Otra vez a petarlo todo, ¿eh?

Interlocutor: Pero ¡tú estás viendo el programa?

Directivo: ¡Claro que no! ¿Por quién me tomas?

Viernes noche. Salón de un domicilio barcelonés. Int / Noche

Anómalo: ...

Viernes noche. Salón de la casa del profe de lengua de María Patiño. Int / Noche

Mujer del profe de lengua de María Patiño: ¿Y exactamente cómo hizo esta chica para aprobar tu asignatura, cariño?

Viernes noche. Salón de un domicilio barcelonés. Int / Noche

Anómalo: ...

Viernes noche. Salón de la casa de Pepe Navarro. Int /Noche

Pepe Navarro: Pues sí que Sardá es mi sucesor, sí. Sigue mis pasos fielmente. Lastimica de hijo...

Viernes noche. Salón de un domicilio barcelonés. Int / Noche

Anómalo: ...

Sábado mañana. Casa de Javier Sardá. Int / Día

Sardá (al teléfono): La hostia, ¿eh?

Interlocutor (mirando los resultados de audiencia): Exacto: la hostia.

Sábado mañana. Salón de un domicilio barcelonés. Int / Día

Anómalo: ...

Me permitirán que no haga un discurso sino una mera enumeración. Gracias por no torturarme (ustedes, oh, fieles lectores):

Felaciones verbales de todos a todos. Una entrevista a una ex ministra grabada antes de que fuera destituida del cargo y emitida tal cual; se ve que hay crisis y no vamos a tirar cinco minutos de televisión. Una dirección que sigue sin darse cuenta que Latre necesita un guionista cada vez que abre la boca. Un programa de actualidad que habla de un libro publicado hace un año, que charla con una ministra que ya no es ministra, que invita a una actriz para hablar de un compañero de reparto con el que no trabaja desde noviembre, que para hablar de un futbolista del Real Madrid saca a un imitador del entrenador del equipo relevado hace varios meses... y un señor tocando el ukelele. Un ritmo televisivo que existía sólo en la cabeza de algún usuario de sustancias ilegales. Guión de hierro mal escrito y muy mal defendido. Boris haciendo de Boris. Mercedes Milá haciendo de Mercedes Milá. Sardá haciendo de Sardá y Carlos Latre haciendo de varias personas que en realidad son la misma: él (Latre es como Joaquín Reyes, pero al revés). Un realizador al borde de un ataque de ansiedad. Risto Mejide consciente de que se juega el puesto. Una Amaia Salamanca recordándose su contrato a cada treinta segundos para no salir huyendo. Toni Moog endosándonos parte de su monólogo porque ya ve que en la tele tiene poco futuro. Frikis sin Cárdenas porque al ser un espacio semanal, Sardá tiene tiempo para ir él mismo (y nostalgia del Dutifri). Gritos del regidor para que el público sepa cuando tiene que reír y aplaudir. El plató de Crónicas marcianas con una capa de barniz. Las músicas de Crónicas marcianas, tal cual. Qué narices: Crónicas marcianas mal hecho, pero semanal y en prime time, dos factores que en principio deberían servir para mejorar el producto.

Dos opciones: o la bronca entre Sardá, Gestmusic y Telecinco no estaba tan superada como nos hicieron creer o al próximo que me diga que el tipo es un comunicador excelente le obligo a ver La tribu. Y sin descansos.

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