Mi televisión y otros animales

La ley de Boyle

A temperatura constante, el volumen que ocupa un gas es inversamente proporcional a la presión a la que está sometido. Vamos, que si hay mucha presión, hay poco volumen.

Sí, la ley de Boyle es una ley de Física. ¿Por qué? ¿Creían qué...? La verdad, no pensaba sacar lo de de Susan Boyle, porque es muy feo. El tema, digo.

Aparentemente, Susan estaba sometida a una ley parecida a la enunciada aquí arriba. Cuando nadie esperaba nada de ella, cantó alto y claro y a medida que el público fue esperando más y más de ella, la presión le pudo y fue perdiendo volumen.

Tonterías. ¿No se dan cuenta de que se refiere al volumen como cantidad de espacio ocupada? No se dejen engañar por la polisemia, hombre. Esa ley sólo se cumplió realmente con Rosa de España, que cuanta más caña le daban en la Academia, más lorzas perdía. Pero ya.

Mi opinión me lleva a enfrentarme al pensamiento único imperante en Facebook, ese think tank: Susan Boyle, como Paul Potts antes, es una cacota. Como artistas, no como personas, que seguro que son bellísimos. Seguro.

Al igual que cualquier triunfito en su paso por la Academia, no son más que fotocopiadoras. De canciones de otros y de estilos más o menos bisbaleiros. En la facultad decíamos que el tipo que fotocopiaba los apuntes en pequeñito para meterlos en un boli era un artista, pero nos referíamos a otra cosa. No hay muchos Xerox en las paredes del Prado. Algún HP sí, pero los justos.

De si las voces son mejores o peores, no opino, sólo sospecho. Tengo un oído con el que me cuesta distinguir a Josep Carreras de Joaquín Sabina, así que eso lo dejo para los expertos. Serían, en cualquier caso, más bien artesanos que artistas.

Susan no ha sido capaz ni de ganar el concurso en el que supuestamente iba a barrer. Por lo que sea. Y al día siguiente, ingresada en una clínica por cansancio. ¿Ella? ¿Y los que nos hemos tragado todas las noticias absurdas sobre una cantante cuyo mayor mérito artístico era ser fea? ¿Y a todos los que han intentado colar un cuento de hadas más prefabricado que una tarta del VIPS?

Pero lo peor de lo peor es la sensación de que detrás de todo esto hay una mente maestra (o alguien tipo Risto, como dice Bob) manejándolo todo y a todos. Y al final será verdad que Susan tendrá que ingresar en una clínica con problemas serios.

Porque el consejo más inteligente que han dado nunca a los concursantes de este tipo de programas vino de sus propias filas: ponte el cinturón, protege tu vida. Pues eso.

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