Mi televisión y otros animales

Fibrilando con Pekín Express

Hace unos meses, en la sede de cierta cadena de televisión.

- Ha sido un éxito, ¿no?

- Sí, claro, pero...

- ¡Nada de peros! ¡No podemos permitirnos un pero! ¡O el pero o yo!

- Tengo que decirlo.

- Oh, ya está el encantador de peros.

- Hay que sacar los peros.

- No hace falta: Te digo que lo que hay que hacer es mantener los personajes y, simplemente, llevarlos a otro sitio.

- ¿En serio? ¿Eso quieres hacer con Pekín Express?

Y es lo que han hecho: vuelve a haber un par de señores mayores, una pareja de chicos homosexuales, un par de buenorras (infinitamente menos chonis, eso sí), etc. Incluso han decidido fotocopiar a Paula Vázquez encima de Raquel Sánchez Silva. El resultado es el mismo que cuando compras la ropa de marca en el rastrillo: abrigar, abriga, pero no luce tanto. Vaya, yo que me había propuesto no hablar de Belén Esteban...

Seré yo, como espectador, el que está maleado, pero no me gustó nada el tufillo a "sabemos lo que os gusta y os lo vamos a dar". ¿Me lo parece a mí o hubo muchos más malos rollos que hace un año? ¿Hay que jugar esa carta tan pronto? ¿Por qué la anterior temporada me emocioné cuando los campesinos rusos acogían a los concursantes y este año me pareció que una de las parejas se aprovechaba de una pobre señora que les acogió en su hogar?

Concursantes de Pekin Express

Estos dos, los polis de Coslada, me dan miedo. Sobre todo el que es una mezcla entre Nacho Vidal y Coque, de La que se avecina (Foto: Cuatro.es)

En cuanto a estructura del programa, propiamente dicha, faltó una mejor presentación de personajes. Sin caer en el Celebrities que hacen en Telecinco con los concursantes de Gran Hermano,  se echaron de menos piezas de los personajes hablando más de sí mismos que de lo mal que les cae el resto de concursantes o su propia pareja. Al final era como si Fernando Alonso volviera a correr en McLaren.

Y ya que está en el título, un apunte para Fibrilando. El arranque me pareció correcto. Aunque sean los mismos personajes que en Camera Café, como en toda sitcom necesitan un margen para crecer y asentar sus dinámicas antes de desplegar todo el potencial cómico. Que lo hay. Tienen muchas puertas abiertas hacia algo tan español como es el humor negro, tan poco explorado sin embargo en la pequeña pantalla.

Además, me encanta que digan que es el pirmer spin-in de la televisión. Aunque se olvidan de la trayectoria de Belén Esteban.

Lo he vuelto a hacer.

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