Mi televisión y otros animales

Héroes del marxismo

Lydia, en HeroesMe encanta atraer a los trolls de Público con estos títulos. Lamento decirles que ahora vamos a hablar de televisión, pero gracias por sus clics. No obstante, sepan que no es una provocación vacía y que la explicación tiene que ver con la señorita de la izquierda (referida al espacio, dejen de ver política en todas partes). Si siguen leyendo...

Esta semana volvió a las pantallas una de las series más esperadas. Pero también volvió Heroes, con su cuarta temporada, y acabo de perder más de ochenta minutos de mi vida con el capítulo doble del estreno. ¡Qué aburrimiento! Casi hora y media para presentar los mismos conflictos de las anteriores temporadas, protagonizados por los mismos personajes en una serie en la que es más difícil que muera alguien que en el Equipo A. Si por lo menos saliera Anita Obregón haciendo de mutante...

Lo peor es que posiblemente haya alguna idea buena, algo hay apuntado. Pero está enterrada entre minutos y minutos de diálogos con la porrista deseando ser una chica normal y queriendo mucho a su papá, un personaje que se ha fundido desde que dejó de ser aquel company man para convertirse en el tipo que echa de menos a la criadora de caniches. Sí, destilo bilis. Los conversos somos los peores; ¿o no sabían que Losantos fue comunista?

El problema sigue siendo el exceso de coralidad. Lo que podría ser una jugada inteligente para atraer a distintos sectores de la audiencia, acaba por convertirse en un reto a la paciencia de esperar a que finalmente salga el personaje que te interesa o que está inmerso en una línea argumental atractiva. Especialmente si esas esperas están llenas de conversaciones sobre lo duro que es tener superpoderes. ¿Por qué? ¡Si no los usan! Si la única escena de acción del capítulo es ¡una pelea con navajas!

Lo mejor de la nueva temporada es el personaje cuya fotografía encabeza esta entrada. ¿Por motivos evidentes? Sí, y porque sus poderes tienen que ver con sus tatuajes y se llama Lydia. Lydia, la mujer tatuada. No puede ser casualidad:

 

Cuando se decidan a explotar de verdad este sentido del humor de los guionistas, vuelvo a la serie. Eso o cuando fichen a Gustavo.

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