A falta de un estudio más extenso y digno de un igNobel, afirmo que las palabras más repetidas las últimas semanas en TVE son "servicio" y "público". Dicho sea como terminología definitoria, no cómo lugar de alivio de los espectadores en directo. Y no profundizaré en este juego de palabras.

Este humilde bloguero está decidido a echarle un cable a los amables señores de la corporación y por eso llamó la atención de la defensora del espectador de RTVE por ciertos aspectos. Por eso y porque me aburro como una mona. En realidad, mis apuntes señalaban a Radio Nacional, pero, como sospechaba, no fui el único en llamar la atención sobre este punto y algo muy parecido surgió el viernes pasado en el programa de la defensora.

Mi comentario versaba (porque yo hago todas las comunicaciones oficiales en forma poética) sobre el uso de las redes sociales en la corporación. Concretamente, la publicidad que varios programas de la casa hacen de una página gestionada por una empresa privada como es Facebook. La oficina de la defensora me contestó diligentemente lo siguiente:

Radio Nacional no dispone en su web, en este momento, de un servicio como el de Facebook, estamos en proceso de generar algo similar y muchos oyentes ya han creado espacios sobre Radio Nacional en estas plataformas [...] nosotros lo citamos y aportamos contenidos. Nuestra intención es que se pueda hacer todo dentro de rtve.es en un futuro próximo, pero técnicamente no es posible en este momento.

Por otro lado no hay ninguna publicidad encubierta ya que no tenemos acuerdos económicos de ningún tipo con la citada plataforma, si acaso le hacemos menciones gratuitas.

En RTVE responde, otro espectador hizo una consulta parecida, refiriéndose a los chats con los comentaristas de las retransmisiones de motociclismo, también vía Facebook. La respuesta fue similar aunque introdujeron un nuevo matiz: la intención de llegar al máximo de ciudadanos posibles, algo en principio garantizado por los siete millones de españoles registrados en la red social de Mark Zuckerberg.

En primer lugar, Facebook es el producto de una empresa privada, luego fomentar su uso sí es publicitar el negocio de terceros. Aunque se haga de forma inocente. De lo contrario, podrían extender la estrategia y aconsejar a los espectadores que comenten las noticias del Telediario en Público.es (que seguro que las tiene todas, porque es un periódico buenísimo).

No duden del carácter comercial de Facebook, que ha empezado a obtener beneficios este mismo año. Sus ingresos se estiman en 340 millones de euros y, lo más importante, se prepara una película sobre su origen ¡escrita por Aaron Sorkin! Si Diox escribe una película sobre ti, algo tienes.

Al margen de si es o no publicidad y de la buena o mala fe, para llegar al máximo de ciudadanos posibles la mejor estrategia no consiste en ir al club con mayor número de ellos registrados, sino en abrir las puertas y dejar que entre el que quiera. Un ejemplo: la noticia sobre la respuesta de Sé lo que hicisteis a la nueva demanda de Telecinco. En Facebook tiene cinco comentarios; en su publicación original, donde para participar no es necesario ningún registro, va por 40. En general, las respuestas en el muro de la red social no pasan de unas diez, mientras que en nuestra web las noticias llegan a alcanzar los centenares, sobre todo si cogen con el día tonto a los encargados de filtrarlos.

¿Y saben lo peor de todo? Que la web de RTVE está bien. Sólo hay un motivo para no ensalzarla y enlazarla más en este post: que es de otra empresa y no me pagan por la publicidad.

_{Bonus track: Porque puestos a ponerles enlaces a lo loco, les apuntaría al zurriagazo que le meto a cierto programa de la corporación pública en mi otra casa. Pero estaría feo.}

_{O no.}