Mi televisión y otros animales

Cosas de niños

Me encantan los rifirrafes entre altos cargos. Son precisamente esas escaramuzas dialécticas como de niños de parvulario las que me hacen pensar que el sueño americano puede ser verdad y no nada nos impide a ninguno alcanzar el puesto más elevado al que aspiremos. Reconozco que la administración Bush también ha hecho mucho para reforzar esta creencia mía.

El último enganche lo han protagonizado Javier Pons y Ángeles González-Sinde, director de TVE y presidenta de la Academia de Cine. Os pongo en antecedentes: la cineasta publicó una tribuna en El País, quejándose de lo mal que va el cine en español, teniendo en cuenta la audiencia potencial de hispanoparlantes en todo el mundo. La falta de apoyo, el todopoderoso Hollywood... Ya conocen ustedes el discurso.

En un momento dado, González-Sinde dice: "En México supe que el documental que recoge los recuerdos de Jean Claude Carriere sobre Buñuel no ha sido comprado por TVE. Esto sería como decir que al Reina Sofía no le interesa Tàpies o el Prado pasa de Goya, aunque con infinitamente menor coste". Y esto a Javier Pons le ha sentado muy mal, así que ha publicado una carta abierta titulada Cuando el cine no es una pieza de museo en el que da estopa a la directora. La tesis es que TVE está más que cualquiera por tanto con "el cine hecho en español, como con el cine hecho en otras lenguas españolas".

Dejemos aparte el hecho de que Pons no se ha leído la tribuna de González-Sinde. Porque hablar de películas rodadas en euskara cuando se discute la diferencia cultural de la comunidad hispanoparlante es un tanto extemporáneo. Y porque si lo hubiera leído, se daría cuenta de que su carta abierta defiende los mismos puntos que salva de TVE la directora en el artículo de El País. Excusatio non petita...

No me apetece caer en la clásica discusión sobre la excepción cultural. En un mundo ideal, las autoridades y las televisiones deberían invertir en cine hablado en español porque fuera una industria potentísima. ¿Saben ustedes que California podría entrar en el G-7 independientemente del resto de Estados Unidos? Claro, que Estados Unidos ha sabido hacer un cine universal, que gusta en todo el mundo. Y quien dice cine, dice series.

Fíjense que una de las preocupaciones que quitan el sueño a los directores de antena españoles es que sus producciones alcancen el mayor número de espectadores posibles. Por eso hay tantos niños, abuelos, lesbianas, homosexuales, familias tradicionales, perros y leche Pascual. Sin embargo, llegan los americanos, se marcan una serie de culto como Perdidos (o Queer as folk, o Rockefeller plaza) y la venden por todo el mundo. ¿Es mejor arrasar en share en un país o tener un poquito de cuota de pantalla en todo el mundo?

Así que, niños, cada uno a su cuarto a reflexionar sobre lo que habéis dicho. Y espera que no os dejemos sin paga. A los dos.

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