Mi televisión y otros animales

Llamar y (no) ganar

Vamos a hacer una encuesta rápida: ¿cuántos de ustedes creen que los call tv son una estafa? Los call tv son esos concursos en los que un presentador hinchado de anfetas (o no) te pide que le llames para decirle una palabra con cuatro letras que empieza por "man" y que sirve para designar el final de la extremidad superior de un ser humano. Entonces llama un señor y dice: "¡cara!". Y el presentador se tira otra media hora gritando desperado para recibir otra llamada con alguien que no tenga el cociente intelectual en números rojos. Y que luego cueste tanto llevarte un premio decente en Saber y ganar...

Entonces, repetimos la encuesta: ¿son una estafa o no son una estafa? Haremos como los que se dedican a los sondeos políticos y consideraremos que habéis respondido lo que a mí me viene bien. En este caso, que sí. La denominación popular teletimo condiciona mucho los resultados previstos. Lo pensamos desde mucho antes de la gloriosa entrada en escena de la borracha de La Sexta (que según ella no estaba ebria, pero que ha mantenido el cariñoso apelativo).

Si todos lo teníamos tan claro, ¿por qué es ahora cuando alguna autoridad empieza a hacer algo? ¿Qué les tenía tan ocupados hasta ahora? ¿Estaban colgados del teléfono esperando su turno para concursar? ¿Es culpa de la crisis?

Digo todo esto sin estar muy seguro de la obligación del Estado de intervenir en todo esto. Porque, una vez más, la culpa de lo que ponen en la tele es nuestra. En Sé lo que hicisteis... ya usaron las cifras de audiencia de los call tv de Telecinco para meterse con la Campos. Porque tenían más audiencia que La mirada crítica. ¿Estamos locos? O una masa de pacientes cazadores de zapping aguarda emboscada la aparición de momentos gloriosos como este: