Mi televisión y otros animales

Mujeres que me alteran

Una de las primeras normas que me autoimpuse al empezar este blog es que no iba a hablar mal de ninguna serie española. Si algo no me gustaba, me limitaría a no hablar de ello y listo. Y esto es lo que me proponía a hacer con Mujeres alteradas.

Hasta que vi las audiencias del lunes: un 8,9% de los espectadores había visto el programa. Sin duda no era el mismo que yo me tragué, que aguanté hasta el final por puro estoicismo profesional. "Espera a ver las cifras del segundo", me aconsejó sabiamente Bob Pop. "Refrénate, padawan imberbe".

Esta vez no se trataba de dar una segunda oportunidad al programa, sino a los espectadores. Por lo menos a los que tienen audímetro. Ayer entendí por qué su identidad es secreta. Y mis queridos conciudadanos no me defraudaron y las cosas se normalizaron con las "viñetas" en un 6,7% de cuota de pantalla el martes.

No quiero entrar a profundizar en la serie por aquello de no hacer leña del árbol caído. Pero se sabe que es una comedia porque han tenido el detalle de poner unas molestas pero informativas risas de lata.

Mujeres alteradas

El mismo vestido, los mismos chistes

Como a mí tampoco me hacía gracia Maitena en viñetas, podrían decirme que no soy público objetivo, pero es que tampoco me parece que respete el espíritu del cómic. Al menos en el papel había una intención de reírse de los tópicos de las mujeres para darle la vuelta (otra cosa es que lo consiguiera). Aquí parece que es cosa de rebajar a todas las mujeres que no sean la protagonista para demostrar que ella es perfecta y está liberada y que la serie es lo más de lo más en feminismo. Mientras el resto reproducen los roles de los que se supone que deberían burlar.

Al final todo se queda en una cosa bastante gruesa y se pierde la ironía que podría ir cargada de crítica. Tenemos una turba de personajes femeninos detestables que dejan en muy buen lugar a los pocos hombres que se asoman por la pantalla.

Pero a mí Sexo en Nueva York me parecía la serie más machista de las últimas décadas, así que háganme el caso que me tengan que hacer.

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