El mayor problema de la mayor parte de la Humanidad es que se toma demasiado en serio a sí misma. Si Franco hubiera sabido reírse de su estatura y de su voz aflautada seguro que no hubiera tenido tanta mala leche. También sospecho que el problema de Bin Laden es que alguien hizo bromas sobre su turbante.

Este mal endémico afecta en gran medida a la televisión. Prueben a hacer el ejercicio de ver una serie y abstraerse del personaje y la situación que propone. Se encontrará un tipo llorando por algo que nunca le ha pasado ni a él ni a nadie o a un grupo de adultos jugando con pistolas de juguete a polis y ladrones. La cosa es mucho peor cuando vemos programas informativos y debates. Sospecho que por eso cada vez hay menos: alguien se ha dado cuenta del ridículo y teme que dejen de tomarlo en serio. De los programas del corazón ya ni hablo.

Con esta perspectiva, una serie que bromee sobre el mundo de la televisión era imprescindible. Y entonces llegó ella: Tina Fey. Creó 30 Rock (Rockefeller Plaza), redimió a Alec Baldwin, nos enseñó a distinguirlo de (alguno de) sus hermanos y se hinchó a ganar Emmys.

La serie de humor más bien absurdo sobre un programa de sketches ficticio de la NBC arrancó su tercera temporada hace una semana en muy buena forma. La audiencia premió las parodias de Fey como Sarah Pallin en Saturday Night Live apoyándola en su premiere. Y el capítulo no nos defraudó a los fieles recuperando las premisas de las que llevamos dos años riéndonos, pero dando vida a los personajes, dejándoles que maduren lo justo como para no estropearse.

Yo les digo que es de las pocas series que puedo ver solo y soltar carcajadas.

Y hablando de gente que se toma demasiado en serio a sí misma en la televisión, les dejo con el vídeo del encuentro entre Paolo Vasile y Pilar Rubio.

No sé por qué, pero cuando dice eso de "sois malos, nos insultáis siempre", me he acordado de aquello de: "pides sin ningún respeto. No como un amigo. Ni siquiera me llamas Padrino... ".Cosas que se me ocurren.