Uno se levanta una mañana pensando: "los americanos ya no me pueden sorprender con nada". Lo dije cuando reeligieron a Bush y algo de esto pasó por mi mente en el arranque de esta temporada de ficción. Tenemos psicópatas reconvertidos en héroes, coches parlantes, supertipos en prácticas, mentalistas sin superpoderes, listas con karma del bueno y del malo*, series de calidad... ¿Qué les queda por hacer? Vayamos a un despacho de la cadena Showtime:

Productor 1: Hay que hacer una serie para petarlo.

Productor 2: ¿Qué lo está petando ahora?

Productor 1: Lo petan los superpoderes. Todo el mundo tiene superpoderes en las series.

Prodcutor 2: También lo peta Oprah.

Productor 1: Pues eso: gente con superpoderes.

Productor 2: Vale, pero también somos una cadena trasgresora. Tenemos que petar trasgrediendo.

Productor 1: ¿Sabes qué es muy trasgresor?

Productor 1 y 2: ¡Los gays!

Productor 1: Los gays lo petan.

Productor 2: Sí. Lo petan tanto como los superhéroes.

Productor 1: ¿Estás pensando lo mismo que yo?

Productor 2: Sí. Es flipante que Oprah tenga superpoderes.

Una llamada telefónica interrumpe la conversación antes de que derive en un reality sobre cómo Oprah utiliza sus poderes para salvar a la Humanidad

Productor 1: ¿Despacho de John O. P. Tonada?

Stan Lee: Hola, soy Stan Lee. Hay que hacer una serie con un superhéroe gay.

Productor 1: Eso lo peta fijo. ¿La idea es tuya?

Stan Lee: No, sale en un libro

Productor 1: Entonces sí.

Y en eso andan los de Showtime. La idea no está mal: un superhéroe es un tipo que tiene que ocultar su verdadera identidad para que lo que les hace diferentes no les perjudique a sí mismos o a sus seres queridos. ¿Nos suena?

Con la reciente anulación de la ley que permitía el matrimonio homosexual en California, el ambiente no podría ser más adecuado en Hollywood.

La idea tampoco es tan original. Más allá de las bromas con Batman y Robin, Marvel dejó que Estrella del norte explorara su sexualidad de manera más o menos velada y DC introdujo sin tapujos en The Authority una relación entre Apollo y Midnighter.

El proyecto de esta nueva serie de televisión se basa en la novela Hero, de Perry Moore, sobre un chico que debe ocultar a su padre que tiene el poder de sanar a la gente y, más terrible aún, su homosexualidad.

Poco a poco, oiga.

_{* Momento autobombo: Ya se han ciscado The ex list y My own worst enemy. Creo que Alan Ball ha oído que también puse mal True Blood y me va a mandar un jamón para que lo reconsidere.}