Todo es posible

¿Han entendido el mensaje?

El Movimiento del 15-M organizará asambleas populares en cada barrio para mantener el debate y las propuestas de manera permanente. No parece que a los partidos políticos les quite el sueño. Sólo les importa el 15-M a efectos de contabilidad electoral. Los del PSOE se sienten los únicos perjudicados porque les han metido en el mismo saco del bipartidismo junto a sus principales adversarios. Es evidente que los del PP han salido ganando y los minoritarios han recogido pingües beneficios, gracias a la ausencia o a la dispersión de consignas. Respecto a la suma de la abstención, los votos nulos y en blanco, ya se han registrado como la cuarta fuerza política. Cálculos todos ellos poco afortunados, porque parten de una previsión errónea: que las protestas se volatilizan al mismo tiempo que se levantan las tiendas de campaña. Todo lo contrario.

Superada la fase imaginativa del espectáculo, imprescindible para alcanzar una repercusión mediática internacional, es muy probable que se continúe la acción y se extienda la protesta. Hay una multitud de ciudadanos que, pasadas las elecciones, siguen decepcionados, insatisfechos, deprimidos e indignados contra la situación política y económica. Van a exigir transparencia, austeridad y eficacia a quienes gobiernan, no sólo desde la Moncloa, sino desde el ayuntamiento de su pueblo o la presidencia de su comunidad. Uno de los efectos más positivos del
15-M es la politización de una sociedad que ha entendido que la democracia es mucho más que votar a un partido cada cuatro años.

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