Trabajar cansa

Nadie mejor que Berlusconi

"Es necesario adoptar un estándar global de normas y principios, y un retorno a la ética en los negocios" -Documento de trabajo de la cumbre del G-8 

              

Como ya sabrán, esta semana se reúnen en Italia las ocho mayores economías del planeta para terminar de arreglar la economía internacional. La agenda, como suele ocurrir en estas cumbres, es de lo más ambiciosa, aunque luego las conclusiones se rebajarán mucho, y los resultados prácticos ni les cuento. 

Entre los asuntos gordísimos que abordarán los gobernantes reunidos –la reforma del sistema financiero, la liberalización del comercio, la seguridad alimentaria y por supuesto el cambio climático- destaca uno que llevábamos meses esperando, tras tanta promesa: la moralización de la economía. Por fin van a concretarnos en qué consistirá ese capitalismo con valores del que tanto hemos oído hablar. 

En la agenda fijada por los ministros de Finanzas en la reunión previa de Lecce se concretaron algunos temas a tratar: los sueldos de los ejecutivos, la corrupción, la evasión fiscal, el buen gobierno de las empresas, la actuación de los bancos... "Un momento", interrumpió uno de los ministros que redactaban el documento, "todo esto está muy bien, pero ¿quién leerá las conclusiones en la clausura de la cumbre?" Los asistentes se miraron entre sí, hasta que el italiano respondió lo que nadie se atrevía a decir: "Por supuesto, el primer ministro Berlusconi, en su condición de anfitrión del encuentro". 

Como chiste no está mal, hay que reconocerlo: que alguien como Berlusconi, que sólo se ha librado de la cárcel mediante sobornos, prescripciones forzadas y reformas judiciales a medida, sea quien nos anuncie el nuevo capitalismo con valores. Una pena que se hayan publicado las fotos de sus orgías, ya que eso disuadirá a sus invitados de celebrar el nuevo capitalismo como se merece.

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