Trabajar cansa

Hasta aquí llegó el paro

"Más que un lustro, tardaremos una década en volver a las tasas de desempleo anteriores a la crisis." -Ángel Laborda, director de Coyuntura de la Fundación de Cajas de Ahorro- 

                

Las colas del paro son un espectáculo, de ahí el interés de algunos por hacerse una foto con ellas. Si usted, como Rajoy, quiere retratarse con su familia delante de la fila de parados para tener un recuerdo, no hace falta que corra: los expertos avisan de que la cosa va para largo, y que el paro se reducirá muy despacito. 

Contagiado por la resignación del gobierno, que parece ver el paro como un fenómeno de la naturaleza ante el que sólo cabe esperar, se me ocurre un símil natural, a ver si les gusta: el paro como una inundación. Piensen en un río desbordado, cuyas aguas cubren los campos en pocas horas, pero tardan días en retirarse, quedando todo encharcado, y finalmente enfangado. 

Lo mismo hace el paro: pega un subidón en meses, y luego tarda años en retirarse, como agua estancada que todo lo pudre. Por lo visto este año nos conformamos con que no siga subiendo. Una vez se pare, nos espera una larga temporada de charcos, que echarán a perder varias cosechas. Y en un par de años con suerte empezaremos a recuperar algunos terrenos hoy anegados. 

Pero hay que recordar que las inundaciones no suelen ser sólo culpa del río o de la lluvia. Suele haber riberas y cauces ocupados por casas y vertederos, terrenos desmontados por autovías y basuras varias, facilitando la crecida. De la misma forma, aquí no hemos hecho nada por limpiar el terreno económico y levantar diques, y en cuanto ha apretado la crisis se nos ha desbordado el paro. 

La cosa está como para declarar zona catastrófica, pero los que se ahogan no protestan. Y una vez pase todo, me temo que nos olvidaremos hasta la siguiente crecida, y como mucho pondremos un azulejo conmemorativo: "Hasta aquí llegó el paro."

Más Noticias