Trabajar cansa

¿Obama no viene? Eso que nos ahorramos

"Yo espero que en ese Desayuno de Oración el señor Zapatero lo arregle y el señor Obama venga a España." -Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular- 

                     

¿Obama no quiere venir a España en mayo? Pues él se lo pierde, y eso que nos ahorramos. Porque imagino que esas supercumbres de líderes mundiales cuestan un pico, sobre todo viendo los resultados. Suele criticarse que sólo se busca una foto, y debe ser cierto, ya que se han apresurado a suspender la cumbre por la pérdida de "visibilidad" sin él. 

Basta recordar la anterior cita entre la Unión Europea y Estados Unidos, el pasado abril en Praga. En una semana cargada de reuniones de altura (los líderes enlazaron el G-20 en Londres, la OTAN en Estrasburgo y la cita de Praga), Obama echó media mañana con los europeos. 

Primero pronunció un discurso de los suyos, histórico (prometiendo un mundo sin armas nucleares), ante miles de personas. Luego se reunió con los gobernantes, en formato exprés: tres intervenciones europeas de cuatro minutos cada una, centradas en los tres grandes ejes de la cumbre: cambio climático, Oriente Próximo (Palestina, Irán y Afganistán), y crisis económica. Después unas palabras de Obama (que prometió liderar la lucha contra el cambio climático en Copenhague, ay), un breve intercambio, unas cuantas fotos más (una de ellas con Zapatero, feliz), y al avión. 

Es obvio que las relaciones entre Estados Unidos y Europa se trabajan en otras reuniones, no en las alturas. De ahí el desinterés de Obama por venir. Al contrario que nuestros gobernantes, que salen por el mundo cuando les va mal en casa, los presidentes viajeros están mal vistos en Estados Unidos. 

No pasa nada. Ya inventarán algo para montar el photocall con Obama en España. Pero no olviden que las fotos nunca salen gratis. Como mínimo cuestan unos cientos de soldados más en Afganistán.

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