Trabajar cansa

La solución no es mejor que el problema

"Zapatero forma parte del problema, y el PP de la solución. La solución pasa porque se vaya Zapatero." -Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación del PP-

               

¿Crisis? Esto lo arreglaba el PP en dos patadas, sin despeinarse. No sé qué hace el presidente del gobierno que todavía no ha llamado al líder de la oposición para entregarle el bastón de mando y que él nos saque de ésta. No sé cómo, pero confío en sus superpoderes. De otra forma no se entiende lo sobrados que andan.

Por si no tenemos malas noticias a diario, sumamos otra que nadie cuenta pero que todos sabemos: que no hay alternativa. Abandonad toda esperanza. Si estamos mal con unos, no íbamos a estar mejor con los otros.

La situación actual es dramática, cierto: una recesión sin luz al final del túnel, cuatro millones de parados, y un gobierno grogui, que no acierta ni cuando se equivoca, y que ha visto caer un millón de parados en el último año como quien ve llover. Pues si todo eso es malo, la falta de alternativa lo hace aún peor. Porque no nos engañemos: en un sistema como el español, la cosa está diseñada para que la alternativa al PSOE sea el PP. ¿Lo haría mejor de estar en el gobierno? Puesto que no proponen nada mejor, las únicas pistas que tenemos para responder a la pregunta son el recuerdo de su paso por el gobierno, y la manera en que hoy gobiernan otras administraciones.

En cuanto a lo primero, estos días algunos dirigentes del PP evocan la edad de oro del gobierno Aznar para compararlo con el calamitoso Zapatero. Pero que yo sepa, aquel gobierno se despidió dejando más de dos millones de parados –un 11%, que no es precisamente pleno empleo-, el sector público saldado, una burbuja inmobiliaria a punto de caramelo para el que viniera detrás, y un modelo económico estupendo para navegar con viento a favor, pero que ha demostrado no tener resistencia alguna cuando vienen mal dadas.

Por si ese pasado glorioso no es suficiente garantía, tenemos también la gestión del PP allí donde gobierna. Si Madrid o Valencia son el modelo a seguir, virgencita que me quede como estoy. De ahí la falta de entusiasmo en las encuestas, donde el PP gana pero sin ilusionar, porque no hay otra opción. ¿De verdad no hay otra opción?

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