Trabajar cansa

Nos atacan, pero ¿quiénes?

"España está sufriendo ahora el ataque de los mercados después de lo de Grecia. Espero que el ataque no vaya más allá." -Joaquín Almunia, comisario europeo de Competencia- 

           

Tras una semana como la pasada, que hemos vivido de susto en susto, los poetas de lo económico se han aplicado a fondo. Los ciudadanos queríamos saber qué estaba pasando, y ellos pusieron a nuestro alcance su arsenal de imágenes y metáforas. 

Algunas están ya muy vistas, ya hemos hablado de ellas aquí. Pero como funcionan las siguen reproduciendo: así, las metáforas que presentan las sacudidas económicas como fenómenos de la naturaleza -estos días hemos vuelto a oír hablar de tormentas, tsunamis y terremotos a cuenta de Grecia-; y las de tipo médico, también muy gastadas pero siempre eficaces -el riesgo de "contagio" a otros países, la "enfermedad" griega, etc. 

Pero junto a éstas, ya clásicas, esta semana hemos descubierto otras nuevas, más atractivas incluso que las anteriores: las metáforas bélicas, las que presentan la economía europea como un campo de guerra donde los países sufren "ataques" y "ofensivas", donde los mercados "embisten", "acosan", acaban dando una "tregua" y "se retiran hasta la próxima batalla". 

Podríamos pensar que hemos avanzado algo, pues ya no se trata de fenómenos naturales ni virus de los que nadie tiene culpa. Si es un ataque, será que hay atacantes, y por tanto hay responsables a los que culpar. Bueno, relativamente. Nos atacan, sí, pero ¿quiénes? ¿Desde dónde? Porque hasta ahora sólo sabemos que nos atacan "los mercados", "los inversores", "los especuladores". Es decir, fantasmas, entes abstractos a los que nadie pone nombre y apellidos. 

Supongo que esos mercados no actúan solos, ni mediante robots. Deben de estar manejados por personas y empresas. Pero todavía no hemos oído ningún nombre. Lo mismo pasa con los especuladores, que ya se han convertido en un personaje de ficción a sumar a los grandes villanos de la historia, caracterizados con rasgos animales: tiburones, buitres, pirañas. Pero si nos cruzamos con un especulador por la calle no sabemos reconocerlo. 

Si es cierto que nos atacan, estaría bien saber quiénes son. Para defendernos.

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