Trabajar cansa

Lo que Google sabe de ti

"Internet ha creado un montón de datos que ahora son públicos y semipúblicos, y antes no lo eran. Es un tema muy complejo."-Eric Schmidt, consejero delegado de Google-

 

Si, como suele decirse, la información es poder, estaremos de acuerdo en que Google se ha convertido en una empresa muy, pero que muy poderosa. Su actividad, su negocio, es la información, y con sus sucesivas aplicaciones y productos ha ido acumulando una enorme cantidad de información.

En realidad no sabemos cuánta, pues según crece y se extiende su negocio, se multiplican las posibilidades de captar información. Lo que acabamos de conocer, por ejemplo, sobre la captación de datos con el ‘street view’, es algo que si nos lo cuenta un amigo, pensamos que es paranoia: que un coche vaya por las calles fotografiándolo todo ya es de por sí mosqueante, pero a estas alturas lo damos por bueno. Pero que encima ese coche vaya copiando datos de las redes wifi que se encuentra a su paso, ya parece demasiado, propio de una mente conspiranoide. Y Google es el mejor regalo para las teorías conspiranoicas, que lo asimilan al Gran Hermano.

Solemos decir que Google sabe mucho de nosotros, pero nunca nos paramos a pensar cuánto es ese "mucho". Deténganse un instante y piénsenlo, al detalle: recuerden todo aquello que en la última semana han consultado usando el buscador. Pueden comprobarlo viendo el historial de navegación. Ahí está una parte de nosotros: nuestros gustos, obsesiones, fobias, caprichos, ignorancias, militancias, tentaciones. Y lo saben porque nosotros se lo hemos dado. Si además del buscador usan su servicio de correo, más información todavía, pues reconocen leer los mensajes para personalizar anuncios.

Google suele defenderse de las sospechas con dos argumentos: que la información se gestiona mediante robots, de modo que nadie la ve. Y que su negocio es la publicidad, que sólo le interesan los datos para su explotación comercial. Ninguno de los dos argumentos es muy tranquilizador, ¿verdad? E incluso en el caso de que Google fuese un dechado de bondad, cabría el riesgo de que toda esa información cayese un día en otras manos. Y no sigo, que ya me estoy dejando llevar por la conspiranoia.

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