Trabajar cansa

Tu pensión será tan flexible como tu trabajo

"El gobierno ofrece una jubilación con flexibilidad, alargar la edad hasta los 67 años pero incrementar la flexibilidad." -Elena Salgado, vicepresidenta económica del Gobierno-

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¿Soy yo el único que se echa a temblar cuando oye hablar de ‘flexibilidad’ en el debate sobre la reforma de pensiones? ¿Nadie más se asusta? Porque a mí leer en la misma frase pensiones y flexibilidad me da casi más miedo que los temidos 67 años. De hecho, empiezo a sospechar si ese 67 no será un macguffin que al final hasta desaparezca de la escena, pero que entre tanto ha conseguido llevarnos al huerto de la reforma.

Vuelvo a lo de la flexibilidad, porque es la palabra de moda entre los negociadores. Pocos eufemismos tan dañinos hay en la jerga economicista como ése. Si su jefe les dice que está pensando introducir más flexibilidad, ustedes ya saben de qué está hablando, y se echan a temblar o se ponen de uñas. Si el presidente de la patronal pide eliminar rigideces, se le entiende todo. Y si el ministro del ramo promete una reforma para ser más flexibles, vamos preparando la pancarta.

Llevamos años oyendo hablar de flexibilidad aplicada al mundo del trabajo: contratos flexibles, despido flexible, jornada flexible, modos de producción flexibles, flexibilidad salarial... En el tema laboral ya no nos engañan, ya sabemos de qué hablan. ¿Por qué la flexibilidad aplicada a las pensiones iba a ser diferente?

Llámenme cenizo, pero me temo lo peor: que el deterioro laboral en que ha resultado todo ese discurso sobre la bendita flexibilidad se traslade también al ámbito de la jubilación y acabemos teniendo (más de lo que ya tenemos) jubilados precarios y pensiones basura igual que tenemos trabajadores precarios y contratos basura.

Porque el argumentario ya me lo conozco: con el tema laboral, la flexibilidad era una promesa de felicidad para los trabajadores, que tendríamos más autonomía, más facilidades para la conciliación familiar, y se nos pagaría lo que de verdad valemos. Pues lo mismo con las pensiones: nos asegurarán que con la flexibilidad cada uno podrá hacerse su retiro a medida, que se jubilará cuando quiera y tendrá incentivos para mejorar su pensión. Y en la práctica comprobaremos de nuevo lo que significa ser flexible: poder doblarte sin llegar a romperte.

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