Trabajar cansa

¿Se fusionarán Villarriba y Villabajo?

"Yo no digo que se supriman los municipios, sino que se asocien o coordinen, que en época de crisis hay que marcar austeridad." -Manuel Chaves, vicepresidente tercero-

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Al ritmo que la crisis se lo está comiendo todo, después de cepillarse derechos laborales, pensiones y cajas de ahorro, nada está ya a salvo, y todos hacemos quinielas de cuál será la próxima víctima. Pues apunten en la lista otro candidato a sufrir recortes y planes drásticos de austeridad: los municipios, sobre todo los pequeños municipios.

Si hace un par de semanas era la FAES quien pedía directamente la desaparición de miles de municipios –desaparición administrativa, no física, se entiende-, siguiendo el plan griego de suprimir los ayuntamientos de menos de 10.000 habitantes; hace unos días era el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, quien lanzaba la propuesta de fusionar pequeños municipios, que no desaparecerían de nombre pero unificarían administración y servicios.

Como planteamiento no suena mal del todo, depende cómo se haga, y de hecho ya hay muchos pueblos que mancomunan servicios. Pero, en esto como en otras cosas, ahora es el peor momento para hacerlo, pues toda reforma será a menos y a peor, y nos arriesgamos a perder el ámbito administrativo, de servicios y de participación más cercano al ciudadano.

Por ahora es un debate que nadie menea demasiado, porque despierta recelos entre gobernantes locales –nada dispuestos a perder su parcela de poder- e incluso entre vecinos –sobran los ejemplos de rivalidades entre pueblos próximos, cuanto más pequeños más enconados-. Pero tras las elecciones de mayo se reabrirá el debate, y ya en serio.

Más que nada porque tras las elecciones nos encontraremos con muchos pueblos y ciudades donde estallará el drama, al conocerse la verdadera situación que hoy disimulan -aplazando pagos, refinanciando deudas y maquillando presupuestos- para no tener que tomar medidas impopulares en vísperas electorales.

Pero una vez estén sin la presión de las urnas, veremos las cajas con telarañas y llegarán los despidos, recortes, supresión de servicios y subidas de tasas. Entonces tal vez ya no se hable de fusiones, sino en algunos casos de liquidación por ruina. Y no faltará quien proponga, como con las cajas, privatizar los ayuntamientos.

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