Trabajar cansa

¿El fin justifica los medios? ¿Qué fin?

"A todos los demócratas nos hubiera gustado que Bin Laden respondiese ante la Justicia, pero es fácil de entender." -José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno-

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Como decía ayer, estos días hay algunos que, tras años criticando la llamada "guerra contra el terrorismo", se enfundan los escrúpulos y las convicciones por unas horas para dar el visto bueno al asesinato de Bin Laden. Lo hacen admitiendo que es un caso excepcional y justificado, y además disculpable por el bien mayor que asegura.

De modo que, según aquéllos, disparar a la cabeza de un hombre desarmado y tirarlo al mar es inaceptable, salvo si sirve para que todos vivamos más seguros. Aplicando el mismo razonamiento, habría que admitir que la tortura es inaceptable, salvo cuando sirve para encontrar al peor de los terroristas. Así es como estos días algunos intentan blanquear Guantánamo, el waterboarding y las cárceles secretas: porque al final habrían conducido hasta Bin Laden.

En realidad es lo mismo que hemos oído otras veces, aplicado a la guerra: el bombardeo e invasión de países es inaceptable salvo que sea por motivos humanitarios, para proteger a la población o para defender la democracia. En esos casos es guerra pero menos, e incluso aportamos soldados.

Aunque así fuera, aunque se consiguieran esos fines, muchos seguiríamos sin ver justificados los medios empleados. Pero es que además es falso, pues ni siquiera se consiguen esos fines.

Así, el mundo no es más seguro por haberle echado al mar a Bin Laden, sino que hoy tememos más y mayores atentados de una Al Qaeda que puede revivir con su mártir. Tampoco la tortura de cientos de prisioneros ha servido para encontrar a Bin Laden, pues de ser cierto no habrían tardado diez años. La tortura no suele ser una buena forma de obtener información, ya que cuando te echan agua por la nariz y la boca tú cantas la Traviata, dices lo que quieren oír para que suelten la garrafa. Lo más probable es que lo hayan encontrado por otras vías, por un chivatazo desde Pakistán. Y en cuanto a la guerra, pregunten a iraquíes o afganos por su seguridad y democracia tras ser invadidos.

No nos engañen: el crimen, la tortura y la guerra son siempre repugnantes. Pero además son ineficaces, no sirven.

 

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