Trabajar cansa

Habrá que leerse el programa de Bildu

"Hay un montón de cosas en las que nos ha costado años buscar consensos para ponerlos en marcha, y ahora pueden quedar paralizadas." -Patxi López, Lehendakari-

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Viendo las reacciones a la llegada de Bildu a las instituciones, la manera en que políticos, medios y tertulianos lamentan que tenga acceso a presupuestos, tome decisiones y controle recursos, cualquiera pensaría que las alcaldías les han tocado en una tómbola, han dado un golpe de Estado o se han beneficiado de alguna ley electoral a medida.

Pero no, no ha sido así. La razón de que Bildu tenga hoy tanto poder es que muchos eligieron su papeleta el 22 de mayo. Ante tanto recelo hay que recordar que fue la segunda fuerza en votos en Euskadi (primera en Guipuzcoa): uno de cada cuatro electores ha querido que Bildu esté en los ayuntamientos, y que gobierne en un centenar.

Aunque el foco mediático sigue donde siempre, y durante semanas sólo se hablará de si izan o no la bandera española, o si piden el acercamiento de los presos, lo cierto es que son otros los asuntos que resultarán conflictivos desde ahora. En ausencia de violencia, con ETA a punto de echar el cierre definitivo, habrá que hablar de otros temas políticos, económicos y sociales que hasta ahora han quedado ensombrecidos por el monotema vasco, y en los que la izquierda abertzale apenas ha intervenido más allá de la manifestación callejera.

Una consecuencia del fin de ETA será que en Euskadi se debata por fin de otras cosas, se haga política más allá del tema único, monopolizador y desvirtuador. Sin ETA, y sin partidos excluidos, surgirán otros debates: de entrada, asuntos inmediatos como el AVE o las cajas de ahorro, pero también infraestructuras, urbanismo, modelo económico y muchos otros. Sin que quepa excluir ningún asunto, después de tanto repetir que por vías políticas y pacíficas todo era posible.

Con tanto ruido, ¿alguien se leyó el programa electoral de Bildu? Porque supongo que cuando se presentaron llevaban como programa algo más que la normalización política y la paz. Y a partir de ahora tendrán voz, voto y, en muchos casos, serán decisivos. Todo un reto para la democracia, al que algunos se resisten. A ver si al final va a resultar que sí hay un conflicto político.

 

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