Traducción inversa

Cohecho significa soborno

  Cohecho significa soborno. Puede parecer una obviedad, pero el lenguaje jurídico necesita ser misterioso para poder revestirse de prestigio y ser interpretado inacabablemente. Cohechar (del latín confectare) es, además de comprar con regalos a un funcionario público, alzar el barbecho o dar a la tierra una última vuelta antes de sembrarla. Sobornar (de subornare) es simple y llanamente corromper a alguien con dádivas para conseguir algo de él. Todo el mundo sabe lo que es un soborno, pero en cambio el cohecho parece algo confuso, quizá admitir un regalito o quizá dar algunos golpes de azada en buena sazón. Y no digamos ya nada del "cohecho pasivo impropio" del ya famoso artículo 426 del Código Penal, que parece referirse a alguna inveterada práctica agropecuaria.

  Pero entonces, ¿por qué lo llaman cohecho si quieren decir soborno? Ese es el quid de la cuestión. Y la pregunta no es baladí, porque si no no se entiende que Canal 9, durante estos largos meses en que han arreciado las acusaciones contra Francisco Camps, se refiriera en sus informativos al asunto en cuestión no con el término en catalán/valenciano (suborn), sino con esa bonita palabra del idioma castellano, cohecho. Un soborno todo el mundo sabe qué cosa es (incluso en catalán), pero un cohecho...

  Los límites del lenguaje son los límites de la realidad. Hay que escoger muy bien las palabras a utilizar para poder dar la sensación, ante los espectadores, de que todo está controlado. Si te pillan con las manos en la masa, siempre puedes enarbolar el diccionario. Pero cuidado: a esos chismes también los  carga el diablo.

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