Traducción inversa

Compromís entra en escena

Bajo el marasmo de la victoria absoluta del PP, hay sin embargo demasiados datos positivos como para dejarlos pasar. Me gustaría centrarme en uno de ellos: el escaño conseguido en Valencia por la coalición Compromís. Bajo esta marca se agrupan la principal fuerza del valencianismo político, el Bloc Nacionalista Valencià, sus aliados de Iniciativa del Poble Valencià (escindidos de IU) y también Equo. Estas organizaciones han sabido hacer su papel y, como resultado de su activismo transversal e imaginativo, por primera vez desde hace 75 años un diputado nacionalista valenciano se sentará en el Congreso de los Diputados.

En 1936, en efecto, mi paisano Vicent Marco Miranda (1880-1946) obtuvo acta de diputado por Esquerra Valenciana, formación que en Madrid se integró en el grupo de Esquerra Republicana de Catalunya. Marco es una figura interesantísima, uno de esos prohombres que sólo pudo proporcionar la circunstancia republicana. Aunque nacido en Castellón, se crió en Borriana, localidad a la que dedicó las páginas más sabrosas de sus memorias, In illo tempore. Sus inicios políticos lo sitúan en las filas del blasquismo (seguidores de Blasco Ibáñez), con el que llega a ser alcalde de Valencia. En 1934, sin embargo, funda su propio partido y ya no abandona las convicciones valencianistas.

Desde el domingo, Joan Baldoví, exalcalde de Sueca, tiene el honor de tomar el relevo de Marco. Estábamos demasiado resignados a que el País Valencià no pintara nada. De Baldoví depende que su voz se deje sentir con eficacia y con claridad.

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