La trama mediática

La Cope condena y absuelve a González Pons

06-26.jpgDespués de veinticuatro horas recibiendo estopa desde Cope y su prima hermana Libertad Digital, Esteban González Pons se presentó ayer cual penitente en el programa vespertino de la emisora episcopal, con Cristina López Schlichting en el papel de confesora. "Si alguien se ha sentido molesto por mis palabras, de antemano le digo que lo siento, porque entre la Cope y el PP tiene que haber una relación normal", dijo contrito el vicesecretario de comunicación aupado por Mariano Rajoy.

Magnánima, la cadena de los obispos se apresuró a absolver a Pons en su web con una nota que comenzaba así: "El vicesecretario de comunicación del PP se ha disculpado de forma honrosa en el programa La Tarde con Cristina". Minutos después y –suponemos– previa amonestación a la entusiasta redactora, la noticia se rehizo con un texto más neutro.
Por si han llegado tarde a este capítulo del desencuentro en la misma trinchera, les recuerdo que todo empezó con estas declaraciones de Pons en Telemadrid: "Será una legislatura dura para la Iglesia; tendría poco sentido utilizar la Cope contra el PP". A Federico Jiménez Losantos esas palabras le sonaron a amenaza de la mafia y se pasó toda la mañana de ayer con bromitas de este tenor: "Yo creo que la Comunidad Valenciana, después de González Pons, debería llamarse Comunidad de Valencia y las dos Sicilias".

Bastante menos sutil fue Libertad Digital al referirse al dirigente popular en su editorial. "González Pons, político profesional, segundón de un líder que sólo ha sido capaz de ganar frente a sí mismo, no termina de entenderlo, de ahí que crea que le puede poner puertas al mar o el bozal a una institución con dos milenios de historia". Por si no había quedado claro, José García Domínguez suministraba en su columna una dosis de recuerdo, con recomendación de apostasía incluida: "Si la línea editorial de la Cope sigue sin ajustarse al Plan Pons Vileza en Siete Días, los fariseos de comunión diaria del PP podrían desentenderse de sus obligaciones terrenales con la fe que juran profesar", escribía el antiguo militante de la izquierda catalana.

La nueva cruzada

Ajeno al episodio, El Mundo dedicó su gran titular de portada ayer a su nueva cruzada contra las lenguas infieles: "Aluvión de adhesiones al Manifiesto pero el Gobierno ignora el problema". El manifiesto en cuestión, como saben, es el apellidado "por la lengua común", elaborado por Fernando Savater y otros autoproclamados intelectuales. ABC, Libertad Digital y el propio diario dirigido por Pedro J. Ramírez han entrado en una divertida pugna por ver quién consigue más adhesiones. En todas las portadas digitales de estos medios hay un formulario para sumarse a la iniciativa.
Sin embargo, al hiperconservador Agapito Maestre le parece que hay tongo, y así lo denunciaba en Libertad Digital: "Cuando la defensa de la lengua común la proponía la derecha en cualquiera de sus versiones nadie se adhería, pero ahora que lo propone la izquierda bonita todos parecen que van, o mejor, vamos, como corderitos al redil de los benefactores de la causa". No hay quién los entienda.

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