Los maquinadores del culebrón conspirativo sobre el 11-M no se dan por vencidos ni siquiera después de que la sentencia del llamado Caso del bórico haya puesto en evidencia sus ensoñaciones visionarias. En lugar de dar el brazo a torcer y concentrar sus fuerzas, por ejemplo, en la guerra santa por la lengua común, El Mundo le echó un par de narices y tituló así su principal editorial de ayer: "Los jueces corroboran, punto por punto, nuestra denuncia".

Después de media docena de párrafos explicando lo inexplicable, el texto concluía con un erre que erre no permeable al desaliento: "Seguimos preguntándonos, por ejemplo, por qué la cúpula policial llegó a cometer irregularidades para ocultar la referencia a ETA cuando, tal y como dijimos desde el principio, el dato era irrelevante. Qué no habrán o hubieran ocultado si la envergadura de la información hubiera sido otra".

Con idéntica tozudez, el editorialista de Libertad Digital terminaba su escrito de ayer sosteniéndola y sin el menor asomo de enmendarla. "Una guinda sobre el pastel cocinado tras el macrojuicio de la Casa de Campo; el cierre, en suma, a cal y canto de un caso que quizá haya terminado en los tribunales, pero que, se pongan como se pongan, sigue y seguirá abierto durante mucho tiempo", decía, con más moral que el Alcoyano, el autor del texto.

Luis del Pino, que se dio a conocer de la nada gracias a la teoría de la conjura, se mostraba, sin embargo, más pesimista ante el nuevo revés judicial. Nada más conocerse la sentencia, corrió a su blog de Libertad Digital a escribir un prolijo apunte que remató así: "Hay que cerrar el 11-M y nada mejor para ello que enviar un mensaje alto y claro a todos los funcionarios policiales: no se molesten ustedes en denunciar ninguna posible falsificación en relación con el 11-M, porque si lo hacen, les vamos a crucificar".

Estarán echando en falta los lectores la opinión del gran maestre de la secta conspirativa, Federico Jiménez Losantos, y no les vamos a defraudar. "La sentencia es de aurora boreal, es de tirarse por los suelos. Vamos, pero de tirarse al suelo cuerpo a tierra, que viene la ley, y aquí, como no obedezcamos al Gobierno..." clamó ayer al comienzo de su programa en Cope.

Federico J., partidario del aborto
Palabras previsibles de Losantos, quien, empero, un día antes nos había sorprendido al manifestarse como partidario del aborto -siquiera en ciertos supuestos- nada menos que en la emisora de la Conferencia episcopal. Sorpréndanse: "A riesgo de que los meapilas la tomen conmigo. En España no está despenalizado el aborto. Hay despenalización de algunas circunstancias del aborto. Por ejemplo, la violación. Oye, ha habido monjas violadas que han sido autorizadas a abortar por sus superiores eclesiásticos", porfió el turolense.

Periodista Digital salíó ayer al quite para recordar que eso era causa de despido en Cope: "Losantos ya estaba 'sentenciado', como venimos diciendo desde hace días. Pero, con lo de ayer, él mismo se puso la soga al cuello".

Apuéstense lo que sea a que no es así.