La publicación de las balanzas fiscales autonómicas, un simple dos más dos, ha demostrado, por ejemplo, que Catalunya no sólo no vive del resto de España, sino que además afloja generosamente la bolsa con destino a la caja común.
Quienes llevan lustros exprimiendo el mito de los nacionalismos periféricos chupasangres y egoístas han acogido muy mal que se conozcan esos datos que los desmienten: "Presumir que las cuentas recién publicadas reflejan la realidad supone una manipulación demagógica que sólo beneficia a los nacionalistas exacerbados interesados en avanzar hacia un modelo confederal insostenible", decía ayer en su editorial Libertad Digital.

Por si no había quedado claro el desprecio, en el mismo medio el articulista catalán José García Domínguez echaba también su tercio a espadas: "Balanzas fiscales llaman al invento. Un morboso ejercicio de contabilidad creativa que apenas ha de servir para universalizar cierta idiotez conceptual, por lo demás muy del gusto de los periodistas económicos", afirmaba con desdén.

Sin ganas de dar demasiado la nota, La Razón se encogía de hombros en su editorial: "Cabe preguntarse si la publicación de las balanzas fiscales sirve para algo que no sea satisfacer una vieja demanda catalanista", dejaba caer el diario que dirige Francisco Marhuenda.

ABC, por su parte, actuó sibilinamente, y en lugar de editorializar por la vía directa, lo hizo por la indirecta al presentar la información así: "Madrid y Baleares son más solidarias que Cataluña en su aportación al Estado. La publicación de las balanzas fiscales rompe el tópico de que los catalanes son los que más dinero distribuyen".

Esa interpretación sacada de la sobaquera sólo la superó El Mundo, que zanjó la cuestión en su editorial diciendo que todo era mentira: "Un estudio del Gobierno presentado ayer dice que Madrid y Cataluña son las autonomías más solidarias, pero no es cierto: la realidad es que son las comunidades con más personas con mayor nivel de renta y, por tanto, con más personas que tributan más".

Lo dijo Pedro Jota, punto redondo.

Y se dice que buscan sustituto para Federico J.

Si los números pueden resultar plúmbeos, uno siempre se puede resarcir con una historia más ligera y sabrosa. ¿Qué les parecería, estimados lectores, que Alfredo Urdaci ocupara el lugar de Federico Jiménez Losantos en las mañanas de Cope?
Si la idea les ha resultado sugerente, lamento comunicarles que, según La Nación.es, esa breva no caerá: "El sustituto futuro de Federico Jiménez Losantos al frente de La Mañana de la Cope no es Alfredo Urdaci, tal como ha circulado durante los últimos días", decía el periódico digital del Grupo Intereconomía.

La especie la habían aventado a medias El Confidencial Digital y Periodista Digital, que especulaba así: "Urdaci, gran aliado mediático de José María Aznar cuando estaba al frente del Gobierno, podría ser el elegido. Sobre el papel, reúne las condiciones buscadas por los obispos: alguien con cierto liderazgo, capacidad para comunicar y que sintonice con el Ideario de Cope".

Mientras, el aludido, de vacaciones y testificando en juicios pendientes...