No hay dos sin tres. El País volvió a leerle ayer la cartilla a José Luis Rodríguez Zapatero, esta vez con un recado firmado por Antonio Elorza, que no es precisamente un meritorio en prácticas de verano. "Toca, pues, rectificación en acciones y en palabras, del mismo modo que antes tocó rectificación de los errores salvados por poco en la cuestión vasca", decía el intelectual que hace unos meses presentó en sociedad el partido de Rosa Díez.

Bajo el título "Zapatero, segunda etapa", que bien podría haber sido "Zapatero, último aviso", los siete mil caracteres de vellón del articulo mezclaban cuarto de palos y mitad de paternalistas zanahorias para el presidente del Gobierno, insistiendo una y otra vez en la idea del arrepentimiento de los pecados. "La rectificación vendría bien para que el evidente desencanto ante la gestión presidencial fuera en buena medida superado", recomendaba Elorza sin perder el tono admonitorio.

Como en las viejas novelas de misterio de a duro, hasta el último párrafo no llegamos a enterarnos de dónde residía el intríngulis y cuál era la tan repetida rectificación que se pedía: "La proyección del Gobierno sobre Mediapro y otros lugares sería el ejemplo de esa voluntad de ahormar nefasta para el dinamismo que en estos momentos difíciles requiere el pensamiento de la izquierda", concluía el texto del histórico columnista de El País, dejando elíptico otro final para iniciados en guerras mediáticas: "Y si no, ya sabe lo que le espera".

Se lleva lo de los textos en clave. También se apuntó ayer a la moda el mismísimo ex portavoz del PP más duro, Eduardo Zaplana, en las páginas de El Mundo. Con la excusa de glosar la figura de Joaquín Garrigues Walker en el vigésimo octavo aniversario de su muerte, el hoy directivo de Telefónica apenas disimulaba que en realidad hablaba de sí mismo y de quienes le habían mandado al banquillo. "Joaquín Garrigues fue un político que, al andar, supo hacer camino. A él, como a Adolfo Suárez, les seguimos recordando por lo que fueron y por lo que hicieron. Muchos de los que en su día les dejaron en minoría, sin embargo hoy han quedado relegados al olvido". ¿Habrán recibido el mensaje Génova, 13?

Otra bofetada judicial a Federico J.

Es probable que no. Tal vez en la sede del actual PP estaban ocupados celebrando -con moderación, eso sí- los cien mil euros del ala que tendrá que pagar su más encarnizado crítico, Federico Jiménez Losantos, por haber masacrado dialécticamente durante años al ex director de ABC, José Antonio Zarzalejos.

"Volvemos a Fraga", bramó el nuevamente condenado locutor de Cope, que sigue tan aficionado a las conspiraciones como siempre. "No es casualidad que esto coincida con la propia involución de la situación política y del Partido Popular", dijo el turolense en el programa de Ignacio Villa en la emisora episcopal, donde también advirtió que "a partir de septiembre voy a producir toda la batería de querellas y demandas contra los medios que me están diciendo a mí veinte veces más de lo que yo haya podido decir sobre los demás". Esto se pone (más) entretenido.