La trama mediática

Los otros John Cobra

Anda el patio alborotado por un mamarracho que dijo no sé qué y se frotó no sé cuál en medio de un programa de arte y ensayo de la tele pública. Será que este oficio de visitador de cloacas me ha hecho estómago de forense, pero a mi el tonto del haba ese no me alteró el pulso más que, pongamos, Alfonso Ussía. Sin ser tornero ni expresidiario, el rapero de La Razón suele tirar de recursos calcados a los del gañán de Valencia. Vean, por ejemplo, con qué finura explicaba ayer cómo distinguir patria y estado: "Ésa es la diferencia. España y el Estado. La misma que se establece entre una madre y un hijoputa". Anne Igartiburu le habría dicho, como al otro, "tranquilízate, cariño".

Si quieren seguir comparando macarrillas con y sin corbata, aquí les traigo la penúltima de Antonio Burgos. En su columna de ABC, equivalente analógico de los videos que cuelga en Youtube el chulín del Turia, el gramático pardusco animaba a darle su merecido al presidente del Gobierno: "Me extraña que a Zapatero nadie le haya arreado todavía un buen zapatazo, con esta moda. Sería lo propio: zapatazo a Zapatero. Pero que esto no salga de Eurasia, porque como se corra la voz, estoy viendo a España entera descalza de un solo pie. ¿O es que usted no le pegaba un babuchazo a ese tío, por irresponsable?" ¿Quién es lumpen aquí?

Jiménez, clavadito a Jiménez

No contesten; era la clásica pregunta retórica para cambiar de párrafo. En este apelo a la nobleza de sus corazones para que compartan el regocijo que debe de sentir Federico Jiménez Losantos ante lo que le ha cundido la educación de uno de sus vástagos. Se llama David Jiménez Torres y, como papá, ya escribe en Libertad Digital. No me digan que no ven el parecido: "Cada vez está más claro que nuestra historia más reciente, como poquísimo desde 1996 a 2010, tiene su punto de inflexión en el tenebroso pivote del 11-M. Un pivote que cada vez se antoja más profundo, más crucial, más determinante en sus hondas ramificaciones". ¡Criatura!

Más crecidita, Cristina López Schlichting disfruta con la misma literatura fantástica que el chaval de Federico. De hecho, la escribe ella misma y la regala en forma de hojas volanderas desde Cope: "Todo apunta a que los explosivos robados en Asturias y traídos a Madrid no fueron los que explotaron y que fue otra partida de explosivos, tal vez relacionada con ETA, la que acabó con la vida de más de 192 españoles". Debería cuidar las redundancias.

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