La trama mediática

Efluvios batasunos

¿A qué huelen las nubes? ¿Y los miembros de la izquierda abertzale ilegalizada? Lo primero se queda sin respuesta, pero sobre lo segundo, el editorialista de La Razón tiene una peculiar tesis: "Como olían y hablaban como batasunos, debían de ser batasunos. Una lógica aplastante que la Guardia Civil y la Policía, en un impecable y rápido trabajo, han sostenido documentalmente". La conclusión de este peculiar argumento basado en los aromas iba en el titular: "Sortu, ilegalización ya". Partidario de la misma consigna, César Alonso de los Ríos recordaba en ABC quién es el dueño del balón: "Una sociedad como la española puede estar muerta pero no literalmente, no del todo. Quiero decir que puede reaccionar y obligar a que el asesino se arrepienta. O no hay trato. Porque la que tiene presos es ETA y quienes controlan la legalidad son los jodidos españoles (y españolas)".

No tan deprisa, grita desde Libertad Digital el peluquero en excedencia Francisco José Alcaraz. Los informes de la Guardia Civil y la Polícía no son completos. Sortu es una creación de ETA y de alguien más. Adivinen: "La presentación del partido de ETA llamado Sortu es sólo una parte de la estrategia con la que la banda terrorista y el Gobierno pretenden vendernos el proceso de negociación". Que ilegalicen al Gobierno.

EL 'tontolcurrin', según Ussía

Falta un detallito: orden de expulsión para las personalidades internacionales que buscan el fin de ETA, que es también el fin del chollo. Firma la propuesta desde La Razón Alfonso Ussía: "En Sudáfrica existe una versión del tontolculo denominado tonto del Currin, al que llamaremos de ahora en adelante tontolcurrin, en homenaje a Brian Currin, el presumible mediador y amigo de los terroristas de la ETA". Todo lo gracioso que quiera, pero hasta Cefas, el columnero de cuarta de su periódico, se le había adelantado en el chiste hace tres días.

Tomen sus precauciones, que estamos ya en El Mundo, el periódico donde los bulos calumniosos (si lo sabrá Arcadi Espada) son un género periodístico como otro cualquiera. Y también las columnas de defensa de los auténticos machos-machos perseguidos por el envidioso rojerío. Lean a Salvador Sostres: "Linchar al alcalde de Valladolid, o al primer ministro Berlusconi, ha sido el deporte nacional de una izquierda que tanto en España como en Italia se ha quedado sin argumentos, cautiva y desarmada". Empezábamos con aromas y terminamos igual. Hiede a ácido úrico.

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