La trama mediática

Depredadores del Faisán

Para variar, hoy el primer cortapega es de la Wikipedia: "El faisán es una especie que se defiende mal de sus enemigos, sean estos los cazadores o diversos tipos de alimañas". A partir de ahí, decidan ustedes a cuál de los dos tipos de depredadores pertenecen los que se están dando un festín a cuenta del presunto soplo. Pueden empezar la taxonomía con el editorialista de Cope: "Rubalcaba es el Ministro del caso Faisán y de Bildu. Y no parece importarle ni el procesamiento de tres altos cargos policiales por el chivatazo a ETA, ni mucho menos, el órdago que los terroristas están lanzando a las instituciones políticas y judiciales del Estado".

En ABC, la partida de asalto al corral es numerosa. "El pajarito", titula Ignacio Camacho. "Regüeldos de faisán", lo mejora Carlos Herrera. "Si en España hubiera cincuenta jueces como don Pablo Ruz, se arreglarían todos sus problemas", sentencia José María Carrascal. Pero si vamos a la letra menuda, el ganador de la puja es Hermann Tertsch, que ya ve a Rubalcaba en la trena: "Y ya que hablamos de traición y de anti patriotismo, tratemos otras verdades que también resultan lesivas e impronunciables para los voceros de la secta. Este miércoles hemos dado un paso de gigante hacia la conquista de una verdad de las muchas que nos debe este siniestro periodo de nuestra historia".

El PSOE, encantado

No se ufane tanto el opinatero de la bata a cuadros, que aunque él crea otra cosa, es el propio Alfredo Pepunto el más interesado en que lo emplumen. Palabrita de la analistísima Cristina L. Schlichting en La Razón: "Y será precisamente para que la campaña quede marcada por el caso Faisán. Las encuestas han demostrado que cada vez que el PP entra en la batalla antiterrorista y especialmente en el asunto del bar vasco, baja. Sobre todo desde que se vende lo de Bildu como camino hacia la paz". ¿Cómo se les queda el cuerpo?

Mejor que no contesten, porque les aguarda aún una sorpresa mayor. La Gaceta se ha vuelto marxista. Y no de Groucho, sino del mismísimo Karl Heinrich, que le sirve a su editorialista de elemento de autoridad para atizar a los villanos monclovitas: "Comentando a Hegel, Marx escribió que en la historia tienden a repetirse ciertas escenas, pero en tono de farsa. Esa es la sensación al comparar los dos desenlaces de ciclo socialista: el del felipismo, en 1996, y el agónico final del zapaterismo".

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