Conocida la timidez de Rajoy a la hora de hablar de sí mismo y de contar por dónde va a soltar hacha y bisturí, es de agradecer que sus órganos oficiosos vayan cantando la gallina. "Rajoy perseguirá a los proetarras de Bildu y privatizará las televisiones públicas", da dos por uno La Gaceta en primera. La Razón copia la fórmula de la conjunción copulativa para meter en la misma frase dos pestes —una interna y otra externa— que fumigará Mariano: "Rajoy actuará contra las marcas de ETA y recupera el contrato de integración para los inmigrantes". Eso, en la portada. Perdido en el interior para no provocar lipotimias, esta ocurrencia que, por lo visto, viene en el folleto del PP: "Defensa se abrirá, en ciertos casos, al capital privado, en proyectos estratégicos". ¿Tanques patrocinados por el Banco de Santander o el BBVA?

En El Mundo, para alivio genovés, el césar Pedro José levanta por fin el pulgar hacia arriba. "El PP, volcado en la economía y en reforzar el Estado", enuncia el editorialista a modo de azucarillo y palmadita en el lomo. Magnánimo, alecciona a sus lectores sobre la papeleta que los librará de todo mal: "Si el PP gana el 20-N y es capaz de poner en práctica el programa electoral que ayer hizo público, España estará en mejores condiciones de afrontar el futuro de lo que lo está hoy".

Dios, ministro de Trabajo

En ABC, cuya lectura precisa la ingesta previa de medio litro de café negro, a todo lo que llega el editorialista es a señalar a la acera de enfrente. Una semana después —como lo van a leer— siguen a vueltas con el vídeo: "Las críticas socialistas al programa electoral del PP abundan en los tópicos resumidos en el inefable vídeo del niño rico y la cuidadora inmigrante. Demuestran la ausencia de imaginación en el debate político que propone el socialismo". La viga y la paja. ¡Ausencia de imaginación!

¿Y no dice nada del paro el dichoso programa? Algo hay, pero ocurre que de esa cuestión se encarga directamente el de arriba. Lean a Monseñor Antonio Cañizares en La Razón: "Es en este clima cultural y espiritual en el que habría que situar muy mucho el problema del trabajo y las sombras del paro. El problema del trabajo encontrará respuestas adecuadas si hay un cambio antropológico, si se afirma la verdad del hombre, por lo demás inseparable de Dios creador". Anoten: Dios, probable ministro de Trabajo del futuro gabinete Rajoy.