La trama mediática

¿Mariano? ¿Qué Mariano?

Ocho días después de las elecciones, la cabaña opinatriz se resiste a abandonar sus pastizales. Para qué hincar el diente a la impasibilidad mariana, si se puede hozar en los restos del naufragio del PSOE. Paso a Isabel San Sebastián, desde ABC: "Le sobra a las siglas socialistas la E de España, como dice bien Bono, aunque tarde, cuando ha utilizado el poder que le dieron los ciudadanos para fomentar el mayor crecimiento separatista que jamás se había conocido tanto en Cataluña como en el país vasco, cuyos procesos de secesión están abiertos". A su diestra y a su siniestra (es un decir), Martín Ferrand e Ignacio Camacho, erre que erre con lo mismo.

Atrapado en idéntico bucle espacio-temporal, el hijísimo Emilio Campmany pontifica en Libertad Digital: "No se entiende que el partido parezca resuelto a ponerse en manos del perdedor de perdedores, un Rubalcaba que se figura perfectamente capaz de dirigir al PSOE extramuros de las Cortes". Lo mejor, el titulo de la pieza, teniendo en cuenta su autoría: "La conjura de los mediocres". Otro caso para el doctor Freud.

Franco, un demócrata

También Fernando Sánchez-Dragó se ejercita sobre las paralelas del futuro imperfecto del PSOE para rellenar los dos mil y pico caracteres de su columna en El Mundo. Y entre col y col, una lechuga ególatra a la salud de (la otra) Rosa de España: "¡Lo que nos faltaba! ¡Una resurrección del PSOE -engordar para morir- precisamente ahora, cuando Rosa Díez, avalada por más de un millón de firmas y la crema de la intelectualidad (Vargas Llosa, Boadella, Arcadi, Federico, Pombo, Savater, Escohotado y yo mismo, ¡qué carape!), se dispone a llenar el inmenso vacío dejado en la oposición". Sí, con estadistas de Champions League como Toni Cantó.

Ánimo, que ya sólo nos queda La Gaceta davileña, con Rafael Bardají (jí, jí, jí, repite el eco) fregona en ristre: "Se ha acabado el reinado de ZP pero no todavía la noche del socialismo viviente. Limpiar a España de las lacras de la izquierda llevará tiempo. Pero es una tarea que hay que acometer cuanto antes".

Esa proclama con hedor a 18 de julio de 1936 hace mayor efecto si la combinan con esta exclusiva del pasquín intereconómico. Franco era un demócrata del quince: "Un documento que aporta hoy La Gaceta desmiente el tópico comúnmente aceptado de que el Franquismo era un sistema monolítico y reacio a evolucionar". Sigan temblando.

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