La trama mediática

La caverna son los otros

No descarten la sorpresa en las primarias del PSOE. Chacón y Rubalcaba se pueden quedar con un palmo de narices ante el tapado que emerge de entre las sombras. O mejor dicho, de entre las azules páginas de La Razón. Alfonso Ussía es su nombre y sabe, después de años de militancia clandestina, lo que el socialismo está pidiendo a gritos: "Necesita un dirigente que no sufra espasmos labiales cuando pronuncia la palabra 'España'. Un secretario general que rompa definitivamente con los que quieren un PSOE ideológicamente instalado en sus cavernas".
¿Han anotado la última palabra? Pues ahora lean la soflama que firma en el mismo papel César Vidal. Verán qué cosa más curiosa: "Yo, personalmente, no tengo la menor duda de que mi bando es el de la libertad frente al eje del terror, los iluminados izquierdistas e islámicos que pretenden mejorar este mundo llevándolo a paso de corneta hacia la caverna". Ahora la caverna son los otros. No cuela.
Ya que la mentamos, sigamos en la profunda sima. En La Gaceta, concretamente, bastión del trogloditismo más genuino. Ahora les ha dado por hacer el boca a boca a la serpiente, a ver si siguen ordeñándola. "El apestoso aliento criminal de ETA continúa contaminando el ambiente", ulula un editorial con olor a búnker y naftalina. Y como conclusión, la vieja historia para no dormir: "Decretar un 'cese definitivo' sin entregar las armas es una tomadura de pelo. ETA vuelve, aunque lo exacto es decir que ETA sigue –porque nunca se fue– en la misma senda de terror de siempre". Hasta a Basagoiti le parecería una exageración.

Thatcher, la mejor

En ABC, como no hay un gobierno malvado al que atizar, cada opinatero hace lo que puede. Isabel San Sebastián se apunta a crítica de cine. Le ha encantado el biopic sobre Margaret Thatcher, aunque ella, claro, se queda con el personaje original: "Soberbia fue, sin lugar a dudas, la interpretación que hizo La Dama de Hierro de sí misma durante esos años ochenta cruciales, en los que la Gran Bretaña recuperó el orgullo de ser grande, se aferró a su dignidad y sus principios para superar desafíos colosales, y salió airosa de una crisis tan devastadora como la actual".
Parada y fonda en Cope, donde el editorialista se lanza por una pendiente delicada: "Por eso es tan importante seguir alentando a los educadores, para que cultiven en los niños el espíritu misionero". Uy, uy, uy.

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