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La mala fe de Cospedal y su partido

Sólo desde la obcecación política y la mala fe se puede acusar hoy de parcialidad informativa a Televisión Española, como ha hecho la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, durante una entrevista en Los desayunos de TVE. Si se hace un balance serio de los siete años de mandato de Zapatero, uno de los aspectos más positivos ha sido precisamente su compromiso con la independencia de la televisión pública, que ha disfrutado de una libertad profesional plena o, si se prefiere, mucho mayor que en todas las etapas políticas anteriores, conservadoras o socialistas. Cospedal subrayó que no hablaba sólo a título personal, sino en nombre de su partido, el cual, en posterior nota de prensa, alegó que la discusión había sido "provocada" por la directora del programa, Ana Pastor. Otra mentira: el tema surgió por la pregunta de uno de los periodistas invitados. Es más, una directiva de La Razón –diario nada sospechoso de progubernamental– que participaba en el programa dejó descolocada a Cospedal al afirmar que dirigentes del PP han "alabado" el trabajo de TVE durante los últimos cuatro años. "Tenemos una memoria muy frágil; no hay más que echar la vista atrás", añadió. Hasta hoy, la única condena judicial por manipulación contra TVE se la ganó a pulso el director de Informativos de la era Aznar, Alfredo Urdaci, por el tratamiento noticioso de la huelga general de junio de 2002. Pero no hay que mirar sólo al pasado: basta con ver cinco minutos los informativos de Telemadrid o el valenciano Canal Nou para intuir qué entiende el PP por imparcialidad. Y para temer qué ocurriría con TVE si Cospedal llega al poder.

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