No es culpa nuestra. La crisis, el debacle económico mundial que empezó hace ahora una década y que se ha cebado con los sectores más vulnerables de la sociedad, es cosa de las élites políticas y económicas. Precisamente, las mismas que quieren hacernos creer que vivimos por encima de nuestras posibilidades.

Pero no. No fuimos la gente pensionista, estudiante, trabajadora o en situación de desempleo quienes malgastamos los recursos de las sociedades, para luego condenar a la ciudadanía a unas políticas y recortes de austeridad que distanciaron aún más a los y las que más tienen de quienes no tienen casi nada. No es nuestra culpa, pero estamos pagando.

Y pasan los años.

Diez, de momento, si seguimos sin hacer nada. Si permitimos que nos sigan aplicando la Doctrina del Shock, esa por la que hemos aceptado los mayores recortes económicos, sociales y de derechos de la historia aprovechando el estado de confusión y pánico generado por la crisis económica.

Pero hasta aquí hemos llegado. Diez años han sido suficientes. No vamos a permitir que nos sigan arrebatando derechos para sustituirlos luego por la incertidumbre y el miedo.

Vamos a decir basta.

Vamos a movernos para cambiarlo todo.

Vamos a salir a la calle los próximos días 24 y 27 de Octubre, y vamos a recuperar los derechos que nos han sido robados, como son la vivienda, la salud, la educación, el trabajo, la libertad de expresión, un planeta sano... Vamos a exigir, en definitiva, nuestro derecho a una vida digna, que merezca la pena ser vivida.

Porque no vamos a permitir que nos impongan un modelo laboral y social en el que el saqueo de unos pocos sea la precariedad para la mayoría. Para ello, el 24 de Octubre llamamos a toda la ciudadanía a participar en una jornada de lucha descentralizada, con acciones en todos los pueblos y ciudades. Y el 27 de Octubre, a participar en la gran manifestación que se celebrará en Madrid bajo el lema ‘Si nos movemos lo cambiamos todo’, con salida a las 18H de Atocha.

Y lo vamos a hacer nosotras. Las personas precarias.

Somos las mujeres que enfrentan la precariedad en lo personal y en lo profesional, invisibilizadas por las desigualdades del patriarcado. Somos las personas con convenios precarios, las que sufrimos los impagos de nuestros salarios. Somos la gente trabajadora a la que le impiden tener un trabajo digno. Somos las trabajadoras de los servicios públicos, que sufrimos externalizaciones, y a las que nos quitan cada vez más recursos para ofrecer un servicio de calidad a la gente. Somos las jóvenes que encadenan despidos encubiertos en periodo de prueba. Somos las hijas e hijos que viven peor que la generación de sus madres y padres. Somos las personas mayores cobrando una pensión de miseria. Somos las paradas y parados, las autónomas y falsas autónomas.  Somos las personas migrantes.  Somos a quienes las multinacionales condenan a la precariedad. Somos las personas a las que nos han querido robar el futuro. Y no estamos dispuestas a permitirlo.

Diana Peinado

No Más Precariedad

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