Voces de la precariedad

La bolsa o la vida

Ahora que hemos convertido el Covid-19 en parte de nuestra vida, vamos a aprender a vivir de otras maneras. Se dejaran de lado besos, abrazos, y daremos paso a sonrisas y miradas cómplices en nuestra vida y en el trabajo.

Soy auxiliar de ayuda a domicilio y trabajo con la población más vulnerable: dependientes, mayores y enfermos. Nosotras sabemos que hay veces que un beso reconforta más que una medicina, ya que no hay ningún medicamento que te calme el dolor de perder a los seres queridos y no poder despedirlos debido esta Pandemia mundial.

Asociación Madrileña Ayuda a Domicilio Dependencia
Asociación Madrileña Ayuda a Domicilio Dependencia

Trabajamos en primera línea con un contacto muy estrecho, tenemos pocos materiales de prevención eso no impide que dejemos de cuidar, pero es cierto que la CAM escribió unos protocolos para el servicio de ayuda a domicilio ( SAD) los cuales no puede cumplir y cuando pedimos mas siempre es la misma respuesta, "no hay" aun así se ha trabajado muchos días con una gran falta de material y yo no sé si es que nadie ha pensado en el peligro que lleva, somos una barrera de contención estando bien equipadas para no poder trasmitir el virus a esa población y dejar de copar hospitales, nuestros mayores que lo dieron todo por nosotros, que la Guerra no pudo con ellos pero sí este maldito virus.

El confinamiento casi ya de cuarenta días hace poner en marcha el cerebro y buscar algo para entretenerlos y que el día pase mejor, pero cuando menos te das cuenta son ellos los que nos entretienen a nosotras contándonos sus batallas que cada día cambian para que no se nos hagan pesadas...Debemos cuidar a nuestros mayores fuente de sabiduría inagotable, y pocos recurso para ellos, seguro que la ley de dependencia y autonomía personal no nació para dejar al descubierto que con un problema tan terrible como el que estamos sufriendo sea tan palpable la falta de recursos que hay, no pueden pasar a ser una negocio para las instituciones, se ve que es más importante los beneficios que las personas.

Somos sociosanitarias y justo ahora es cuando pedimos mayor protección y más reconocimiento. Dicen que si no corremos riesgo no hay libertad, y por eso pedimos a quien le sea competente que nos hagan los test, y así dar seguridad a nuestros mayores.

No olvidamos tampoco a todas las personas que viven confinadas los 365 días del año, por diversas patologías, o por no tener un ascensor en su vivienda, ellos sufren un doble aislamiento uno por no poder salir y dos porque nadie puede ir a visitarlos, y nosotros sufriendo por no poder salir.

Hagamos un pacto de estado, estamos obligados a no olvidar el precio pagado de muertes, así que blindemos lo que nos importa que son muchas cosas, pero yo hablo de Sanidad y Dependencia, apunta tú lo que quieras blindar... No queremos ser héroes, pero tampoco Ángeles caídos La línea esta cruzada.

María Isabel Calvo Hernández

 

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