Voces del mediterráneo

Turquía inicia una nueva guerra contra los kurdos

Arturo Martínez Jiménez
Miembro de Rojava Azadi Madrid, plataforma de solidaridad con Kurdistán

Tras meses de intercambios de fuego esporádicos y amenazas constantes por parte de Turquía al Cantón de Afrin, el territorio más al oeste de la Federación Democrática del Norte de Siria de influencia política kurda, el sábado desde las 16:00 hora local empezaron los ataques aéreos contra distintos distritos de la ciudad de Afrin, sin distinguir entre objetivos civiles o militares.

Más de 70 aviones bombardearon alrededor de 100 puntos distintos del Cantón, asesinando a 6 civiles y 3 miembros de las milicias kurdas YPG (Unidades de Defensa del Pueblo) e YPJ (Unidades de Defensa de la Mujer), además son más los civiles heridos.

Uno de los puntos atacados fue el Campo de Refugiados de Rubar, donde viven más de 20.000 personas refugiadas de toda Siria. Afrin se ha destacado por ser un territorio donde una alianza de los distintos pueblos que cohabitan el territorio han desarrollado una vida pacífica rodeada de amenazas, por lo que durante todo el conflicto sirio ha sido lugar de refugio de gran cantidad de personas desplazadas que huían de ISIS y la guerra.

Tanto el Cantón de Afrin, como el resto de cantones que conforman la Federación Democrática del Norte de Siria jamás han atacado o amenazado a Turquía, pero ejerciendo una defensa de sus territorios frente a las amenazas externas. El objetivo de Turquía no es mas que impedir la consagración de un territorio bajo influencia kurda en su frontera que pudiera servir de apoyo a los movimientos políticos kurdos dentro de Turquía. El movimiento democrático kurdo supone la mayor amenaza a la deriva autoritaria que ha tomado el país bajo el liderazgo del presidente Recep Tayyip Erdogan, que en los últimos años ha reactivado la guerra directa contra el pueblo kurdo, sus partidos y organizaciones. De los miles de presos políticos habría que destacar al líder de la oposición, copresidente de la alianza de las izquierdas kurda y turca HDP  Selahattin Demirtaş, que lleva encarcelado más de un año y el líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) Abdullah Öcalan, desde 1999 en una prisión de máxima seguridad.

La continuación de 40 años de guerra

La Operación Rama de Olivo, nombre con el cual define el ejército turco la invasión de Afrin, no es más que la continuación de una guerra de carácter colonial del Estado Turco contra el Movimiento de Liberación de Kurdistán que ejerce una defensa armada de sus poblaciones y aspira a un reconocimiento internacional de sus territorios bajo un régimen de Autonomía Democrática inspirado en la ideología democrática, confederal, feminista y ecológica del PKK.

Tras la ruptura de las conversaciones en de paz en 2015 entre Turquía y el PKK, el Estado Turco ha tomado militarmente las zonas de mayoría kurda, ha destituido alcaldes electos democráticamente, ha impuesto un estado de excepción permanente y ha llegado a bombardear barrios enteros de mayoría kurda dentro de la propia Turquía.

Nuevo fracaso de la Comunidad Internacional

De nuevo ninguna potencia internacional, ni ningún organismo legítimo ha conseguido impedir el comienzo de una nueva guerra y el bombardeo de civiles por parte de un ejército de la OTAN. Tanto los grandes agentes implicados, Rusia y EEUU, como la Siria de al Assad no han puesto ningún impedimento a que Turquía viole el espacio aéreo Sirio. Este dejar hacer no atiende a ningún tipo de intención de acabar con el conflicto armado en Medio Oriente, si no que cada entidad vela estrictamente por sus intereses inmediatos sin poner sobre la mesa un diálogo de paz enfocado a un nuevo modelo de convivencia pacífica y democrática para Siria. La comunidad kurda, tanto en Oriente Medio como en el exilio en Europa, clama por una solución de paz donde tanto las Naciones Unidas como su Consejo de Seguridad hagan lo necesario para parar de inmediato los bombardeos.

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