Habrá que luchar con amor

Fotografía de archivo fechada el 22 de abril de 2024 que muestra al expresidente de Uruguay, José Mujica mientras habla durante una entrevista con EFE, en Montevideo (Uruguay).-EFE/ Sofía Torres/ARCHIVO
Fotografía de archivo fechada el 22 de abril de 2024 que muestra al expresidente de Uruguay, José Mujica mientras habla durante una entrevista con EFE, en Montevideo (Uruguay).-EFE/ Sofía Torres/ARCHIVO

El mundo vivo, y hablo del mundo en general, es como una cosa frágil, hermosa, por eso la vida es un milagro, y hay que cuidarla. Así como vamos uno tiene la impresión de que vamos a una hecatombe, a un desastre.(...) El hombre puede llegar a claves superiores, pero eso necesita una humanidad, es como un reto por delante. ¿Podremos?

Han pasado diez años de esta entrevista, que aparece en el documental Frágil equilibrio, Goya en 2016.

Ahí es donde descubrí yo a Pepe Mujica, y lloré por primera vez escuchándole. Habíamos pasado del susto o muerte de la crisis del 2008, al éxito de las movilizaciones ciudadanas, al horror con el éxodo sirio y las muertes en el mediterráneo, el Brexit, Trump. Todo parecía posible, caer en el agujero o renacer y emprender el vuelo como el ave fénix. Y lo que parecemos olvidar es que una opción u otra no depende exclusivamente de lo que sucede fuera de nuestro alcance, también está íntimamente ligada a nuestra capacidad de interacción con el entorno. Cuanto más hostil parece que se vuelve el mundo más entereza debemos tener, más convicciones debemos cultivar, más debemos cuidarnos y cuidar a los nos rodean. El mundo es un conjunto de piezas minúsculas, granos de arena. Y a lo que podemos aspirar es a sumar muchos granos y así crear tendencia.

Pepe Mujica es un catalizador de pensamientos positivos y de inspiración, al que es fácil escuchar sin filtros porque a estas alturas no tiene nada que perder ni que ganar. Como dice Manuela Carmena en su última campaña recién lanzada sobre las etiquetas "Vieja... si, soy mayor y eso significa que he exprimido mi vida al máximo y sigo haciéndolo".

Manuela es otra coach de granos de arena, y es emocionante verla de nuevo contundente, abriendo nuevas conversaciones y revolviéndose. Yo, así, también quiero ser vieja, la verdad.

Y es que necesitamos a más viejos como Manuela y Pepe. Y es imposible no recordar al extraordinario Stephan Hessel, que con noventa y tres años escribió el texto que hizo hervir a occidente en 2013, ¡Indignaos! Este panfleto de apenas 30 páginas es como un libro de autoayuda para personas que aspiran a un mundo justo y lleno de bondad. Indispensable relectura cada dos años para recordar que si que podemos cambiar cosas que parecen inamovibles. Es impresionante recorrer ahora de nuevo las páginas de Hessel en las que empieza hablando de Palestina y Gaza, para hacer una llamado a la indignación pacífica, alejada del odio pero también de la indiferencia. Podría haberlo escrito ayer, y las movilizaciones que estamos viendo en las universidades podrían haber sido hace doce años.

Protegerse de lo tóxico y trabajar en marcos narrativos como los que nos ofrecen estas personas viejas y excepcionales es indispensable para sobrevivir y vivir con amor. El martilleo de discurso de odio y de las malas noticias nos impiden avanzar en la dirección necesaria. No se trata de vivir de espaldas a la realidad en los mundos de yupi, si no de elegir de forma consciente lo que consumimos y difundimos. Se puede encontrar el equilibrio entre el conocimiento y la inspiración que activa nuestra ganas de hacer cosas, nos hace salir de la indiferencia y nos empuja hacia la acción. Y tenemos que recordar que somos piezas chicas, sin más. Pensaba en la preciosa campaña de Manuela ahora que ilumina y calienta el alma y está diseñada desde una acción tan pequeña como sacar adelante una tienda de ropa solidaria. No es indispensable un ayuntamiento o una presidencia del gobierno para cambiar el mundo.

Hace un mes Pepe Mujica anunciaba que le habían diagnosticado un tumor con mal pronóstico en el esófago. El expresidente de nuevo afloró en un momento en que parece que vivimos un flashback que nos transporta una decena de años para atrás. Por unos días consiguió abrir portadas recordándonos que la vida es un bien preciado y que nuestra trascendencia depende de la comunidad construida con amor, entendido este como acto político consciente que crea y no destruye como el odio.

"Un grito a las nuevas generaciones: peleen por la vida, defiéndela, no se sientan acorralados. Mucho depende de la fuerza de la voluntad que tengan, pero nadie se salva solo (...) Habrá que luchar, ¿no?" Pues sí, Pepe, gracias por recordárnoslo.