La historia del Reglamento de extranjería

El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, habla durante una rueda de prensa este martes, luego de participar en la cumbre del G20 en Río de Janeiro (Brasil). EFE/ André Coelho
El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, habla durante una rueda de prensa este martes, luego de participar en la cumbre del G20 en Río de Janeiro (Brasil). EFE/ André Coelho

Se acaba de aprobar una reforma del Reglamento de la Ley de Extranjería vigente desde el 2000. Es la tercera que lleva a cabo el Gobierno de Pedro Sánchez. Las dos anteriores tuvieron lugar en la legislatura anterior. Una de ellas tuvo lugar muy discretamente, evitando el debate social que seguramente habría sido devastador. La otra dio algo que hablar pero tampoco fue extremadamente relevante dentro del debate público. Esta tercera reforma no hace más que apuntalar lo que ha sido un cambio sustancial en la Ley Extranjería de José María Aznar, avanzando hacia un modelo de gestión migratoria más justo y más inteligente. Sin embargo, no nos equivoquemos, con esto España no se pone a la vanguardia de Europa ni en derecho ni en modelo de gestión, si no que se ajusta a lo que ya existe en otros países.

En octubre de 2021 se aprueba en Consejo de Ministros la primera reforma de la Ley de Extranjería que cambiaba específicamente el articulo 35.7 con el fin de modificar el régimen jurídico de menores y extutelados. El objetivo de este cambio es proteger a estos menores y favorecer su integración. Esta reforma se hace con una discreción tal que solo las personas especializadas o muy interesadas saben que ha tenido lugar. Los efectos de esta reforma son impresionantes, pero apenas se publicitan: prácticamente el 90% de los chavales menores y extutelados beneficiados están a día hoy trabajando y/o estudiando, con sus papeles en regla. El 60% estaban en situación de alta laboral, una cifra muy alta para las edades afectadas que van de 16 a 23 años de edad.

El 26 de julio de 2022 se aprueba la segunda reforma, que pretende agilizar las regularizaciones de personas sin papeles en nuestro país y mejorar sustancialmente las condiciones para permitir la contratación de personas extranjeras. Se introducen nuevos supuestos de sistemas de contratación temporal que dieron mucho más que hablar que el resto de las medidas. Es una reforma muy centrada en el carácter laboral de la migración que muchas partes consideran insuficiente en casos en los que la migración la protagonicen personas en situación de vulnerabilidad por razones de vulneración de sus derechos.

Esta tercera reforma que se acaba de aprobar compensa esa parte ampliando y simplificando las posibilidades de solicitud de arraigo. El arraigo es lo que compensa en España los derechos de nacimientos en otros países europeos. Por poner solo un par de ejemplos de cosas que no aplican en España: en Italia puedes solicitar tu nacionalidad si alguno de tus abuelos o tus padres es italiano o en Francia eres francés si naciste en Francia y alguno de padres nació en Francia, aunque sean los dos extranjeros, o a los 18 años si naciste en Francia y puedes demostrar que has pasado más de 5 años en el país. La ampliación del arraigo pretende promover la regulación de unas 100.000 personas adicionales a las previstas con las condiciones anteriores a esta reforma, lo que sumarían un total de 300.000 personas por año. Se incluye el arraigo social, que no implica tener un contrato de trabajo o desarrollar ninguna actividad laboral, y además se mejoran y facilitan los acceso al arraigo familiar, sociolaboral y formativo.

El proceso de reforma de la gestión está siendo por lo tanto un trabajo continuo de la administración de Pedro Sánchez que está poniendo en marcha grandes mejoras sobre lo ya existente. Pero eso no quiere decir que sea suficiente o que compense las desastrosas políticas de control migratorio de nuestro Gobierno. Es muy probable que tras esta reforma el Gobierno pretenda cerrar su etapa de debate de la regularización extraordinaria iniciada gracias al empuje de las organizaciones de migrantes sin papeles de nuestro país con el liderazgo de Regularización Ya. Esta reforma no asegura que los términos de la ILP se puedan cumplir y se corre el riesgo de dejar a una parte de la población que está en situación irregular sin papeles irremisiblemente. Por otro lado, el Gobierno de Pedro Sánchez está protagonizando las acciones de control migratorio más inhumanas, mortíferas y descarnadas de nuestra historia a través de una externalización feroz sin tregua que incluye matanzas en países limítrofes como Marruecos, como fue lo que sucedió en 2021 en la valla de Melilla, o los ya famosos abandonos en el desierto. De modo que aplaudir lo bueno, sí, pero sin confiarnos porque queda muchísimo todavía por cambiar y por hacer.