Dominio público

Mazón el Breve o el pájaro más peligroso del mundo

Sato Díaz

Jefe de Política en 'Público'

Dos voluntarios en las tareas de reconstrucción tras la DANA pasan junto a un cartel que llama a una manifestación en protesta por la gestión del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, en València. REUTERS/Eva Manez
Dos voluntarios en las tareas de reconstrucción tras la DANA pasan junto a un cartel que llama a una manifestación en protesta por la gestión del president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, en València. REUTERS/Eva Manez

El casuario ha sido catalogado como "el pájaro más peligroso del mundo". Plumaje negro, cuello azul, carúncula roja, casco óseo, pico marrón. Algunos ejemplares pueden llegar a medir incluso dos metros. Estos pintorescos habitantes de Australia y Nueva Guinea esconden unas afiladas, duras, largas y puntiagudas garras en los dedos interiores de las patas. Estas uñas pueden convertirse en armas mortíferas para su rival. Un casuario asustado, acorralado... mejor mantenerse lejos.

Carlos Arturo Mazón Guixot nacía en Alacant el 8 de abril de 1974. El niño, de buena familia, se formó durante toda su etapa preuniversitaria en el Colegio Jesús María Vistahermosa, en Lucentum, la ciudad de la luz. Ya en 1992 pasó a estudiar a la Facultad de Derecho de la UA, año en el que también se afilió al Partido Popular.

El actual president de la Generalitat Valenciana se licenció en 1997. Tan solo dos años después, en 1999, ya era designado director general del Instituto Valenciano de la Juventud; entonces presidía el Consell de Govern Eduardo Zaplana. Mazón también fue director general de Comercio, de Consumo, de Seguridad de la Industria... concejal del municipio de Catral, vicepresident de la Diputació d’Alacant, gerente de la Cámara de Comercio, edil de la capital alicantina...

En 2019 fue elegido president de la Diputació de su provincia, una de las instituciones más importantes del País Valencià y contrapoder a la Generalitat. Curiosamente un 18 de julio, el del año 2020, asumió el liderazgo provincial del PP de Alacant. El año posterior, 2021, fue elegido president del PP regional valenciano. El 17 de julio de 2023, tras un apresurado pacto con Vox, asumió la presidencia de la Generalitat recibiendo el testigo de Ximo Puig... Hasta hoy. Un pacto con Vox anunciado a bombo y platillo, gesto que fue mal visto en Génova, la sede nacional del PP, desde donde querían marcar los ritmos y relatos de los acuerdos autonómicos con la ultraderecha.

Mazón es el perfecto ejemplo de ese político que ha evolucionado y madurado profesionalmente a las faldas del partido y sus áreas de influencia. En el partido, todo; fuera de él, casi nada. Ese tipo de personajes que pueblan el mundo de la política que enlazan cargos con más cargos y que medran hasta llegar a las cotas más altas, en este caso, de la política valenciana. Un buen amigo, militante desde hace muchos años de una organización política, me asegura: "El buen dirigente es aquel que se rodea de las personas más válidas, aunque le critiquen; por desgracia, muchos dirigentes se rodean de mediocres para que no puedan hacerle sombra". Así, los partidos (como las empresas, los sindicatos, asociaciones...) se convierten, en muchas ocasiones, en una estructura donde los que llegan arriba no siempre son los mejores.

Hoy, el president de la Generalitat está en el punto de mira de propios y extraños por su gestión de la trágica DANA, que ha dejado ya unas 219 personas fallecidas, 211 de ellas en el País Valencià. El PP de Alberto Núñez Feijóo cada vez se aleja más de él. De igual manera, el resto de barones autonómicos del partido conservador no quieren tener cuentas con Mazón, que se encuentra cada vez más solo y aislado, al borde del precipicio.

En casa, la gestión del dirigente valenciano cuenta con el rechazo de buena parte de la población del territorio, algunos sondeos ya han ido apuntando en una hecatombe para el PP en las tres provincias valencianas. Este sábado hay convocada una manifestación en la capital del Turia reclamando su dimisión. Mazón está acorralado, pero ojo, que un político acorralado es peligroso, como el pájaro casuario australiano, que puede herir de gravedad a sus adversarios.

De momento, el president está parapeteado en Salomé Pradas, su consellera de Justicia e Interior, la cual ha ido cambiando de versión y ha sido pillada en distintos renuncios en su narración de lo que ocurrió el martes 29 de octubre, cuando ocurrieron las inundaciones. La consellera rechazó hasta en tres ocasiones (a las 12:23, 12:48 y 14 horas, según la cronología publicada por TVE) la ayuda ofrecida por la delegada del Gobierno en València, compuesta por efectivos policiales y de la Unidad Militar de Emergencias. Unos audios desvelados por RTVE este viernes lo demuestran, mientras que la consellera negaba la mayor. También aseguraba no conocer el sistema de alertas a través de los teléfonos móviles a las 20h de aquel fatídico martes, aunque en la reunión mantenida previamente se habló del asunto.

Mazón, por su parte, se ha mostrado incapaz de explicar su ausencia durante cinco horas en el día más dramático para el País Valencià, almuerzo con una periodista incluido. Un abandono que retardó los avisos a la población de la que se venía encima y la toma de decisiones sobre la tragedia. Desde entonces, Mazón ha intentado ocultar sus errores y el PP se ha visto sometido a un nivel de contradicciones insoportable. El propio portavoz parlamentario popular, Miguel Tellado, tiraba balones fuera al asegurar que es Mazón el que tiene que dar explicaciones de lo que hizo durante todas esas horas.

El president de la Generalitat comparecerá en Les Corts el próximo jueves, 14 de noviembre, donde tendrá que explicar todo esto, seguro que es una de las jornadas políticas más complicadas de su dilatada vida política, aunque con poca experiencia y capacidad de gestión. También tendrá que contar por qué eliminó hace un año la Unidad Valenciana de Emergencias, a los pocos meses de ser nombrado president, en un gesto hacia su entonces socio de Govern, Vox y su negacionismo climático; y hacer referencia a por qué borró el tuit con un vídeo en el que aseguraba que la DANA terminaría en el País Valencià a las 18h del fatídico martes y seguiría su rumbo hacia la Serranía de Cuenca, cuando lo peor todavía estaba por ocurrir.

Cuando la rutina vuelva a la normalidad en Paiporta y Algemesí y la banda de música de Chiva vuelva a juntarse para ensayar, las responsabilidades políticas y jurídicas de esta tragedia tendrán, también, que esclarecerse. Ahora lo urgente es culminar el rescate de las personas afectadas, el duelo por las pérdidas humanas, arrancar con una reconstrucción que ya está demorando. Después, lo importante será sacar conclusiones de esto para aprender de cara al futuro. Y, para ello, la rendición de cuentas y asunción de responsabilidades serán necesarias.

La mediocridad hace que cuando alguien ha de asumir responsabilidades por una negligencia reparta las culpas hacia abajo, hacia quienes están por debajo o lejos; la mediocridad se expresa también remoloneando a la hora de asumir responsabilidades y presentar la dimisión. Un animal acorralado es impredecible, como el gato que lanza zarpazos o el toro en la plaza que embiste contra todo lo que puede; como los casuarios, que normalmente son muy tímidos, pero cuando se ven perturbados en su hábitat atacan dando grandes saltos. El president puede convertirse en Mazón el Breve, pero también en el pájaro más peligroso del mundo.

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