Si están siguiendo los Juegos Olímpicos de París se habrán percatado de que en la ceremonia de entrega de las medallas, cuando los y las deportistas se suben al podio, se hacen sus autorretratos (selfies) con el mismo teléfono móvil. Para sorpresa de muchos, el dispositivo que sostienen en sus manos no es un iPhone, sino un teléfono cuadrado. Se trata del último modelo de Samsung, el smartphone plegable modelo Galaxy Z Flip 6, cuyo precio supera los 1.000 euros. ¿El motivo? Ser uno de los 14 principales patrocinadores de los Juegos Olímpicos, compartiendo un desembolso millonario junto a otras firmas como Coca-Cola, Intel y Panasonic.  

La competencia entre los fabricantes de teléfonos móviles es feroz y Samsung está aprovechando la cita olímpica para promocionar su último ingenio: un smartphone plegable que cabe en la palma de la mano. Nunca había sucedido nada parecido, entre otras cosas, porque los deportistas tienen prohibido llevar consigo dispositivos personales con los que tomar fotografías. Sin embargo, en este caso, el patrocinio es el patrocinio...  

Samsung hace valer la posición patrocinador de los Juegos Olímpicos que lleva ostentando desde 1998, cuando inició por primera vez este rol en las Olimpiadas de Seúl. Una alianza con el Comité Olímpico Internacional (COI) que, además, como mínimo se extenderá hasta 2028, cuando la cita deportiva tenga lugar en Los Ángeles. No ha trascendido el importe millonario de este contrato en particular, pero sí se sabe que otros como el de Toyota, que se inició en Juegos de Invierno de Pyeongchang 2018 (Corea del Sur) y concluye precisamente en los de París habría rondado los 835 millones de dólares. 

Las características del nuevo móvil de Samsung permiten tomar fotografías con el terminal plegado al tiempo que se previsualiza la imagen resultante, utilizando la cámara externa que es de mejor calidad que la que normalmente se emplea para selfies. De ahí que tan sólo se distinga un cuadrado en las manos de los y las atletas en lugar de los teléfonos más alargados a los que estamos acostumbrados.  

Estos ‘selfies de la victoria’, como los ha bautizado el COI, sólo se ofrecen a los medallistas individuales y equipos de no más de dos atletas, siendo todos ellos informados de cuándo y  cómo pueden realizar las fotografías. Posteriormente, estos autorretratos son mapeados y clasificados por disciplina deportiva, justo antes de subirlos a la nube Athlete365, desde donde los deportistas pueden compartirlos en sus redes sociales.  

Además, cada uno de los cerca de 10.500 deportistas participantes en la cita deportiva ha recibido una edición olímpica especial de este teléfono móvil, en dorado y con los anillos olímpicos grabados, que pueden personalizar en el espacio que el fabricante ha habilitado para ello. Estas ediciones especiales vienen equipadas con una eSIM que incluye 100 GB de datos 5G, una tarjeta de acceso ilimitado al transporte público gratuito y diversas aplicaciones olímpicas oficiales.