Otras miradas

Milei: bufón o preaviso

Enrique del Olmo

Sociólogo

Javier Milei en el acto de toma de posesión de la Presidencia argentia, en Buenos Aires.-Florencia Downes / Télam / EP
Javier Milei en el acto de toma de posesión de la Presidencia argentia, en Buenos Aires.-Florencia Downes / Télam / EP

Todavía seguimos asombrándonos con la falta de límites del nuevo Presidente de Argentina, Javier Milei. No podemos dar crédito que astracanadas ridículas (la motosierra, los asesores caninos), insultos sin límites (romper relaciones con el comunista Bergoglio) o agresiones económicas a la mayoría de la población hayan conducido a tamaño personaje a la Presidencia argentina. 

Ya hemos visto la brutal devaluación de la moneda (aumento del dólar oficial en un 120% devaluación salarial), recorte del Gasto Público (en un 3% del PIB)  y el incremento exponencial de los precios realizado en los primeros días de Gobierno de Milei. Pero si analizamos el cruce entre el ajuste coyuntural y el estructural, se muestra, como se dice allá, la verdad de la milanesa. Se busca, dicho así por altos responsables del gobierno, el "reseteo total" del país. A esto los argentinos están históricamente acostumbrados, ya que en los últimos 50 años este país se reseteó cuatro veces: la Dictadura Militar, el menemismo, el kichnerismo y, ahora, el anunció del Gobierno Milei-Macri. De todas ellas, sólo el periodo del primer kichnerismo tuvo algunas consecuencias positivas para la mayoría de la población y los derechos democráticos. En el resto la combinación es la misma: expoliación económica de las clases populares y autoritarismo represivo (con diversos grados de intensidad). Ahora se vuelve a la carga.

Cuando vemos el plan de las 300 medidas propuesta como Plan de Gobierno (Ley Ómnibus, ¿os suena?), todavía nos sobrecogemos más. Resaltamos algunas píldoras para que veamos el alcance de "la propuesta regeneradora": 

    1. Privación al Poder Legislativo de funciones hasta el 2027. (Esto es, directamente, un golpe de Estado).
    2. Autorizar la entrada de tropas militares extranjeras para ejercicios militares.
    3. Recuperación de la obediencia debida para exonerar cualquier golpismo militar. No son punibles los homicidios cometidos si alguien siente peligro ante una posible agresión. 
    4. Aranceles disuasorios para estudiantes no nacionales que quieran cursar estudios en Argentina.  
    5. Penas de hasta cuatro años de cárcel por participar en manifestaciones y de seis años por ser convocante (incluso por un tuit).
    6. Limitación del Derecho de Huelga hasta en un 60% de actividades. 
    7. Privatización de todas las empresas públicas: AYSA,YPF, Trenes. 
    8. Desregularización de multitud de sectores para que el capital campe a sus anchas: alquileres, prepagas, laboratorios farmacéuticos, internet, mercado aéreo, turismo, ingenios azucareros, industria vitivinícola, yerba mate, celulosa, algodón, hidrocarburos y minería. 
    9. Traspaso del Fondo de Pensiones (Fondo de Garantía de Sustentabilidad) al Tesoro Público, es decir, de forma directa vaciar la hucha de los pensionistas (un valor de 76 M€).

Milei es un bufón esperpéntico, pero quien se sitúa al mando de decisiones sustanciales, sobre todo en el ámbito económico, es el representante de los poderosos argentino y anterior presidente, Mauricio Macri, que ha nombrado las dos piezas claves del Gabinete: Luis Caputo (para cubrir el papel de Martínez de Hoz en la Dictadora y de Domingo Cavallo con el menemismo) en Economía para aplicar el ajuste; y Bulrich, en Interior, para controlar represivamente las respuestas sociales y, junto a ello, para garantizar los intereses particulares; el grupo Techint (uno de los grandes capitales argentinos) desembarca en Hidrocarburos para la operación YPF, y el grupo Eurnekian como Jefe de Gabinete, Ministro del Interior y Ministro de Justicia, entre otros. 


Esta es una tendencia general del mundo actual. Detrás de un bufón esperpéntico, irracional, provocador, con incultura enciclopédica, azuzando los instintos más primarios y reaccionarios de la sociedad, y profundamente antidemocrático... se encuentran las clases económicamente poderosas que usan todos sus recursos económicos, mediáticos e institucionales para eliminar de la conciencia de la sociedad el valor de lo común, de los derechos y de la democracia. No es nada casual que en el apoyo a Milei se haya situado gran parte de la derecha conservadora internacional mezclada con el sector esperpéntico. Esta derecha conservadora ha dado un doble salto, en primer lugar asumiendo parte del discurso del populismo ultra como Sunak, Weber, Chile; y en otros lugares cogobernando con ellos: Finlandia, Italia, Polonia, Suecia (apoyo parlamentario) y antes en Austria y Países Bajos. En nuestro país, donde damos por normal la satisfacción de Feijóo a los Gobiernos con Vox y hemos visto como en el apoyo a Milei se ha unido toda una pléyade del conservadurismo patrio: Aznar, Feijóo, Abascal, Ayuso y Álvarez de Toledo, encabezados por el  "moderado" Rajoy.

Pero no solamente es el aspecto económico social el contaminado por el expansionismo neoliberal, es también la degradación de los modelos políticos democráticos y electorales, y la aparición de claras y evidentes tendencias dictatoriales, antidemocráticas, combinado todo ello con la oligarquización de la política y la distancia creciente con la sociedad. Estas son las condiciones del surgimiento de forma generalizada de los Trump, Bolsonaro, Meloni, Orban, y ahora Milei. La oligarquización neoliberal (económica y política) ha fomentado la aparición de todas estas fuerzas ultra reaccionarias a la par que insuflaba el conformismo, la competencia entre los perdedores sociales y la culpabilización del otro, todo ello clave en el desarrollo político y social de la extrema derecha y el populismo trumpista.

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