Marta González
Portavoz adjunta del GPP

A una semana de la aprobación, por unanimidad, del informe de la Subcomisión para el Pacto de Estado contra la Violencia de Género en el Congreso, con 213 medidas que pretenden mejorar la respuesta de las instituciones al gravísimo problema de la violencia contra las mujeres en España, y tras la sorpresa que supuso la abstención de Podemos a última hora en la ratificación en la Comisión de Igualdad de ese mismo documento (abstención que toca  explicar coherentemente a ese grupo) corresponde ahora agradecer, desde el Grupo Parlamentario Popular, a quienes están en el origen de la gran mayoría de las medidas acordadas por unanimidad por todos los grupos parlamentarios: las sesenta y seis personas expertas que comparecieron ante la Subcomisión para explicar, cada una desde su perspectiva, por qué la violencia contra las mujeres nos golpea diariamente y qué podemos hacer para acabar con ella.

Víctimas de la violencia de género, jueces, fiscales, abogados, letrados de la administración, trabajadores sociales, psicólogos, profesores universitarios, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, miembros de las asociaciones feministas, secretarios y directores generales de distintos departamentos de las Administraciones Públicas, convencieron a los miembros de la subcomisión de la necesidad de incorporar sus alternativas de mejora, con su experiencia y su reflexión sobre muchos puntos  de nuestro sistema de protección a las mujeres y de castigo a los maltratadores. Son estas personas y no los grupos políticos, las que, de manera eficaz y con espíritu de total colaboración, protagonizan el texto del pacto. A todos ellos, a todas ellas, nuestro agradecimiento más sincero.

Las mujeres que sufren la tragedia de la violencia de género, que temen por sus hijos e hijas, por ellas mismas, que se avergüenzan de lo que les ocurre; las que, habiendo decidido acabar con la intolerable situación que viven, se arrepienten cien veces durante el largo proceso judicial que comienza con la denuncia; las que, por falta de apoyo familiar, tienen que recurrir a una casa de acogida para sentirse protegidas, todas ellas estuvieron presentes cada minuto en la mesa de negociación y fueron la razón por la que el Grupo Parlamentario Popular propuso incrementar de manera muy sustancial el presupuesto: 1000 millones de euros para los próximos cinco años, necesario para poner en marcha las medidas previstas, la cifra más elevada nunca asignada a las políticas de igualdad y prevención de la violencia de género en España. Son las mujeres que podrán contar con mejor atención policial, jurídica, psicológica, a partir de este acuerdo, y son sus hijos e hijas quienes tendrán mayor protección y posibilidades de una recuperación más rápida. Para ellas, como pretendía Simone de Beauvoir, el amor podrá dejar de ser un peligro mortal.

Con este acuerdo, el Grupo Parlamentario Popular, mayoritario en las dos cámaras, demuestra que tiene la capacidad de negociar y  transaccionar. De llevar adelante, con voluntad y esfuerzo, tareas que en principio parecían destinadas a encallar. De escuchar la voz de la ciudadanía en temas sociales, sacando adelante iniciativas apoyadas por la mayoría de las españolas y españoles, de acuerdo con los otros grupos parlamentarios. Todo ello, en bien de las víctimas. Son ellas las que deben estar por encima de cualquier otra consideración. Y, por una vez, así ha sido.