Con el cese del editor de 'La 2 Noticias', José Luis Regalado, perdemos tod@s, al menos, tod@s l@s que queremos vivir en democracia. ¿Quienes ganan? Los que conciben la democracia como un medio y no como un fin, los que la utilizan para conseguir sus fines particulares - que pasan por enriquecerse- y, cuando ésta es un obstáculo, se la quitan de en medio. Cesar, como se ha cesado, a un periodista independiente en unos informativos de la televisión pública es un atentado contra la democracia, algo que se ha convertido en la marca PP gobernando un país que merece algo mejor.
La democracia como fin es un modelo en el que los ciudadanos son libres, en el que es del pueblo del que realmente emana la soberanía popular, en el que las personas están informadas y tienen acceso a la información. Pues bien, ninguna de estas máximas se cumplen con el Partido Popular. En el tema que hoy nos ocupa, los de Génova han hecho todo lo posible por controlar los medios de comunicación, por convertir RTVE en un altavoz de su propaganda.
Hace mucho tiempo ya que los informativos de La 1 dejaron de difundir información de calidad, a pesar de tener a algunos de l@s mejores profesionales con que contamos. El problema reside arriba, comenzando por el infame presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, un esbirro de la derecha más recalcitrante que a nivel nacional no ha hecho más que replicar una a una las tropelías que ya cometió en Telemadrid bajo la batuta de Esperanza Aguirre.
José Luis Regalado es una personaje incómodo para el régimen de Rajoy, no porque difundiera noticias negativas para el PP, sino porque es un periodista independiente. Hoy en día, ser un buen profesional implica difundir noticias que perjudican al partido del Gobierno porque, sencillamente, acumulan demasiadas manchas en su expediente como para obviarlas. En lugar de eliminar a quien se limita a retratar la realidad, Rajoy y los suyos deberían cambiar esa realidad y abrazar la democracia, abandonando esta tiranía en la que cada vez nos hunden más.
El problema es que la manipulación funciona. El problema es que las tácticas de José Antonio Sánchez tienen calado en algunas personas, que pierden el sentido crítico y autocrítico, que abandonan la capacidad de razonar y argumentar de manera civilizada y pasan a convertirse en auténticos hooligans del régimen del PP. Tiene tal efecto esta manipulación, que los hinchas más ruidosos son, paradójicamente, los que menos motivos tienen para serlo, a los que el régimen perjudica, a los que ha convencido de que, por ejemplo, cobrar 800 euros es digno porque es más que 500.
Contra el régimen del Rajoy, contra su manipulación -con la que, sibilinamente, Soraya Sáenz de Santamaría también tiene mucho que ver-, contra estos hooligans de la derecha hay que seguir luchando con más fortaleza, con más contundencia. No se trata de gritar más, sino de darles donde y con lo que más les duele, con la verdad, con los hechos reales, con unas realidades tan irrefutables que terminan por conseguir que la ministra de Empleo, Fátima Bánez, haga el más espantoso de los ridículos cada vez que dibuja su fantasía de trabajo.
Los hinchas del régimen siempre estarán ahí, pero hay muchas más personas que no quieren que les vendan una realidad, sino que prefieren conocer la auténtica por ellos mismos. Hay mucha más gente que prefiere estar informada y tomar sus decisiones antes que ser teledirigida, mucha más que sabe que en una democracia, la prensa libre es un pilar, el mismo que el régimen de Rajoy intenta dinamitar todos los días.