Firmas Olímpicas

Mi cabeza no me hace caso y va a su bola

Ayer, fue un día de emociones. La final de disco, la de 1.500... Eso hizo que tardase en conciliar el sueño. Normalmente, me basta con un poco de lectura, pero ayer no fue así. Después de ver el atletismo por la tele, mi mente empezó a volar y a pensar en el maratón. Aunque trato de convencerla para que no lo haga, la realidad es que no lo consigo: mi cabeza no me hace caso, va a su bola.

Por la mañana, he tenido un control hematológico de la IAAF, así que a las 8.45 estaba en la policlínica haciéndome una analítica. Después he salido a entrenar una hora y lo cierto es que sigo encontrándome bien. He ido a un ritmo entre 3.30 y 3.40 por kilómetro. Luego, la clásica ducha, el corte de pelo (hago yo mismo de peluquero) y no se me ocurre nada más. También hemos tenido la visita de la infanta Cristina y su esposo Iñaki, que me han dado mucho ánimo para al domingo.

Después, ha venido Nuria, mi mujer, a pasar unas horas conmigo. Hemos comido y le he ensañado la villa; luego se ha marchado al hockey y me ha dejado solo para que descanse. Algo que me hace falta, pues mañana me levanto a las seis para adaptar el cuerpo al horario del maratón, que ya está aquí al lado. Faltan cuatro días.

Más Noticias